América Latina, con 425 millones de católicos —casi el 40% del total- ha visto retroceder la religión heredada de España. Hasta 1960, un 90% de la población era católica, pero en medio siglo, esta cifra se redujo al 69%.
Otros países han tenido una caída de los fieles católicos similar a la de Estaos Unidos: Nicaragua (25 puntos), Uruguay (22), Brasil (20) y El Salvador (19).
El país menos religioso es Uruguay donde los adultos sin afiliación religiosa (37%) son el doble que en el resto de la región y casi igualan a los católicos (42%). Por el contrario, en Brasil, 61% de los adultos reza a diario y 44% asiste a una ceremonia religiosa una vez por semana.
Además, hay una modernización de las opiniones de los católicos. En Estados Unidos, 46% de los hispanos apoya el matrimonio gay, mientras que un 34% se opone.
En América Latina, 66% de los católicos cree que la iglesia debe permitir métodos anticonceptivos artificiales, lo mismo que 72% de los hispanos católicos en Estados Unidos. 60% en América Latina apoya terminar la prohibición del divorcio. 59% de los católicos de EEUU cree que los sacerdotes deberían poder casarse, y 55% cree que las mujeres deberían ser ordenadas sacerdotes.
Los protestantes son más conservadores: rezan más y van más a la iglesia que los católicos, leen más la Biblia y creen que Jesús volverá, dice el informe.
Muchas de estas iglesias creen en prácticas asociadas con “dones del Espíritu Santo”, como la sanación divina, el exorcismo, hablar en lenguas, recibir revelaciones de Dios, hacen ofrendas a los espíritus o realizan prácticas religiosas indígenas o afrocaribeñas.
También son más conservadoras en el terreno social y político, se oponen al aborto, a la homosexualidad, a los medios anticonceptivos, al sexo fuera del matrimonio y al divorcio.