A nivel mundial más de 16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, y aproximadamente, un millón de niñas menores de 15 años, dan a luz cada año. México ocupa el primer lugar de estas estadísticas, al encontrarse dentro de las regiones con ingresos medios y bajos.
Una situación que se ha convertido en un grave problema de salud, debido a que registra una de las mayores tasas de mortalidad materna, junto al de mujeres añosas. Y también representa un peligro para la sobrevida del recién nacido, al tener efectos a largo plazo.
"Los hijos de madres adolescentes enfrentan otro riesgo mayor de fallecer, comparado con los niños nacidos de mujeres de 20 a 24 años, porque generalmente pueden ser partos prematuros, que no tuvieron control prenatal, de bajo peso, o que tuvieron sufrimiento fetal", explicó a Sputnik Claudia Díaz Olavarrieta, del Programa de Prevención del Embarazo Adolescente de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Aunque si bien la mayoría de los embarazos no son buscados, también en algunos casos veces existe el deseo de llevarlos a cabo, debido a que el ser madres en contextos de pobreza les otorga otro estatus dentro del círculo social.
"La maternidad es vista como lo más importante en la vida de la mujer, y un plan de vida. Un colega una vez comentó: "El problema del embarazo adolescente no es el del no planeado, sino el planeado", sentenció la investigadora mexicana.