En la ‘raw food' las únicas técnicas de cocina permitidas son escabechar, marinar y cocinar a no más de 40°C.
La alimentación crudivegana se centra en el consumo de hortalizas, frutas, semillas, frutos secos y germinados y no incluye alimentos de origen animal, procesados o refinados.
"Cualquier alimento que esté germinado: cereal, legumbre o semilla, es cuando está en su mejor momento. Donde tiene todas las propiedades y nutrientes directo para que el cuerpo lo consuma y lo absorba el organismo. Es la mejor forma de comida, lo que pasa es que estamos en un momento de comida rápida", explicó Vanessa Perco, del restaurante Pasto Comida Vegana, de Argentina.
Las semillas, luego de su activación (ponerlas en remojo), aceleran reacciones bioquímicas que favorecen una digestión y asimilación más eficientes.
Para los seguidores de estas dietas, se trata de una forma de vida responsable, consciente y en armonía con la naturaleza.
"Lo primero es que te alejás de todo lo que es conservantes, estabilizantes, antioxidantes, todo lo que es artificial. Lo segundo es que por ejemplo el calcio y el hierro, todo eso lo encontrás en los frutos secos y en las semillas cuando están activadas y germinadas. Una lenteja activada tiene 20% más de hierro que si estuviera hervida", señaló Perco.