El territorio conocido como Kurdistán —comprendido entre Turquía, Irak, Siria e Irán- alberga a la minoría étnica más grande de Oriente Próximo: los kurdos. Se trata de un pueblo que aspira a un Estado propio en una región convulsionada por la guerra, obligado a formar alianzas tácticas para sobrevivir al fuego cruzado.
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"Kurdistán habita en la realidad nacional de cuatro Estados, activos en términos de nacionalismos. Las élites de Kurdistán, por ser un pueblo de montaña, limitado para expandirse, fueron la periferia de otros pueblos. En el siglo XIX no lograron sentar las bases para un Estado nacional. Pero la fragmentación actual no se debe tanto a eso como a la agresión a través de la fuerza", aseguró desde Erbil el activista François Soulard.
Sin embargo, Soulard destacó que la falta de un Estado le ha permitido al pueblo kurdo diversificar alianzas con otros países, como el caso de EEUU durante la invasión a Irak y la guerra civil siria.
"Kurdistán necesita alianzas con otros Estados, pero las rivalidades se superponen. Igualmente los kurdos conocen sus debilidades y hacen un balance positivo de sus fuerzas. Uno puede pensar que son víctimas de la ausencia del Estado en Irak, pero muchas veces no tener un Estado fue una ventaja.
"El ataque es un golpe al proceso de paz"
"Hay que hacer una investigación rigurosa, que aun no se ha hecho", agregó Villarraga.
Asimismo, el politólogo afirmó que no deben buscarse responsabilidades por fuera de Colombia, como algunos medios intentaron instalar apenas ocurrido el atentado.
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"El hecho obedece a dinámicas ilógicas que se han dado durante las últimas décadas. Tratar de atribuir a agentes externos o a alguna relación con Venezuela carece de sustento", señaló.
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