"Los grandes medios de comunicación de Estados Unidos respondieron de forma histérica a la cumbre que mantuvieron Donald Trump y Vladímir Putin. Estos medios son instrumentos de un aparato angloamericano que representan una visión geopolítica neoimperialista y que se oponen tajantemente a lo que dijo Trump en la campaña electoral sobre su intención de mantener relaciones amistosas o de cooperación con Rusia", explicó Cynthia Rush, analista del Seminario Executive Intelligence Review y del Instituto Schiller.
"Todo esto tiene que ver con el hecho de que el viejo sistema financiero, económico y político se viene abajo y Trump, con sus fallas, ha dicho que quiere abandonar ese viejo sistema y crear otro tipo de relaciones con las potencias", agregó.
La experta aseguró además que los cuestionamientos a Trump evidencian la impotencia de los poderes concentrados ante el deterioro del sistema financiero global. "El sistema transatlántico está en crisis. La Unión Europea está totalmente dividida. El viejo paradigma no sirve. Estados Unidos ha servido como el peón, o la fuerza bruta de lo que llamamos el imperio británico, que no son las fuerzas armadas británicas, sino la City de Londres, ese aparato oligárquico financiero imperialista que dice que no hay nación soberana que deba existir fuera de su control. Por eso toda la histeria en contra de Trump, como la hubo en la campaña de Russiagate, que intentó impedir su elección como presidente", sostuvo Rush.
Sin embargo, Rush afirmó que la popularidad del presidente estadounidense se mantiene entre las bases republicanas.
"Trump tiene más apoyo del que se puede leer en los periódicos norteamericanos. La economía de Estados Unidos está en crisis, no hay recuperación. Uno pensaría que los demócratas, que son la oposición, presentarían alternativas programáticas, pero solo hablan de lo que supuestamente hizo Rusia en las elecciones de 2016. Los ciudadanos no quieren eso, quieren alternativas, ideas sobre cómo resucitar a la industria, construir infraestructura, que está destruida, al sector agricultor, cómo combatir la epidemia de heroína. De hecho, la población de Estados Unidos en general está contenta con la cumbre entre Trump y Putin", dijo.
La presión de los fieles sobre los casos de abuso en la Iglesia Católica de Chile
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En este sentido, el investigador destacó el papel de los fieles, que con el apoyo de los medios de comunicación, lograron colocar las denuncias en la agenda. "Si no hay eco mediático y judicial, la autoridad eclesial manda al sacerdote a otra parte y lo encubre. Ahora el encubrimiento es castigado como si fuera el propio delito. Hubo casos en Irlanda, en Polonia. Muchos cardenales encargados del seguimiento de estos temas fueron acusados. Hay una reacción de los fieles católicos, que hacen sus reivindicaciones, van con sus carteles a donde sea que vayan los sacerdotes", sostuvo.
Mallimaci contrastó a los obispos acusados de cometer o encubrir abusos sexuales con aquella Iglesia chilena que en plena dictadura de Augusto Pinochet.
"La Vicaría de la Solidaridad era un espacio para acompañar a las víctimas. Por eso Pinochet empezó a buscar el apoyo de los grupos evangélicos. Luego, Juan Pablo II envió a su embajador a Chile para cambiar uno a uno a los sacerdotes de la época de la dictadura. La Iglesia chilena se volvió muy de derecha, en contra de las mujeres, del matrimonio igualitario, de la sexualidad. Las principales víctimas en Chile vienen de la clase alta. Hoy es un tema ultra sensible en el movimiento católico chileno. Hay un cuestionamiento muy profundo a la autoridad de la iglesia católica".
El equipo de 'Voces del Mundo' está integrado por Telma Luzzani, Néstor Restivo, Mercedes López San Miguel, Franco Luzzani y Patricio Porta.