"Hay una gran ofensiva, encabezada directamente por Estados Unidos, que tiene una pata en lo internacional (a través de la OEA) y otra en lo comunicacional. Esto es clave para construir, en la opinión pública mundial, la imagen de un país donde reina la confusión", afirmó Teruggi.
Las marchas opositoras están integradas por grupos que "han adoptado una estética de rebeldía" pero "no son espontáneas, sino que hay una construcción muy bien hecha y que es muy peligrosa", destacó Teruggi, quien es Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional de La Plata y trabaja como periodista en Venezuela. "Construyen un imaginario de resistencia popular pero cuando uno se mete adentro de estos grupos observa que hay dos partes: una es la gente que se moviliza (y hay que respetar su derecho a hacerlo), y otra que son grupos de choque preparados, financiados y organizados para la confrontación".
Por otra parte, el intelectual argentino, Néstor Kohan reflexionó sobre la obra de Carlos Marx, particularmente "El Capital" a 150 años de su publicación y su vigencia hoy en día.
"Marx quería investigar el sistema capitalista mundial, cómo funciona. Quería estudiarlo para cuestionarlo, para criticarlo y para demostrar que el capitalismo no es eterno, sino que es un momento transitorio en la historia", afirmó Kohan, quien definió a "El Capital", como "el parteaguas de las ciencias sociales".
Explicó que es un libro plenamente vigente en cuanto aborda temas actuales, como por ejemplo las crisis del capitalismo. Citando a Marx, Kohan recordó que "por sí solo el capitalismo no se va a caer, renace siempre y lo hace de manera cada vez más salvaje y feroz, destruyendo puestos de trabajo, con genocidios, destruyendo a las mismas personas e inclusive al planeta si es necesario para su sobrevivencia. Para derrumbarlo es necesario "un sujeto popular, masivo y colectivo que luche contra él".
En Voces del Mundo se comentó además la primera huelga general en Brasil desde 1996, contra las reformas laboral y de jubilación y en repudio al gobierno de Michel Temer y la decisión del Congreso de Colombia de no permitir la entrada de líderes de la FARC al recinto aunque habían sido invitados previamente.