Conocida por su lucha por el fin de la guerra civil en Colombia, la ex senadora destacó, en Voces del Mundo, las luces y las sombras del proceso de paz cuyas negociaciones se llevan a cabo desde hace cuatro años en La Habana. “A pesar de la arremetida de la derecha, el presidente Juan Manuel Santos ha avanzado incluso con elementos que nunca antes se dieron: la creación de una subcomisión de género, la atención al papel de las víctimas, la comisión de la verdad, los tribunales especiales, entre otros”.
En la entrevista realizada en Buenos Aires, Córdoba se mostró confiada en que “esto va a ser un proceso de reconciliación”. Pero es muy consciente de los enormes peligros que acechan.
“Hay una amenaza muy grande en el paramilitarismo. Yo siempre digo que hay que creer en la palabra del Estado. Esperamos que se creen los mecanismos necesarios para acabar con este fenómeno que el Estado ha generado y que es responsable de matanzas, de violación de los derechos humanos y de ejecuciones extrajudiciales”.
Córdoba recordó que el proceso de paz está enlazado con la región. Agradeció a la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro “que jugaron un papel fundamental, así como a Cuba, que permitió generosamente que allí se instalara la mesa de negociación”, y a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y al de Lula da Silva en Brasil.
Pero fue muy crítica con los medios de comunicación colombianos “que han tenido una responsabilidad muy importante en la generación de odios y en la marcartización de opositores que no usamos las armas”. Incluso muchos boicotean la paz. Según la referente de “Colombianos y Colombianas por la paz”, la movilización ciudadana y la campaña “La paz sí es contigo” está ganando cada vez más voluntades para que el próximo 2 de octubre gane el “Sí” en el referéndum.
Córdoba se refirió además a la situación en Venezuela. Aseguró que la situación no es tan grave como la pintan los medios. También analizó la presencia de la mano de Estados Unidos en los actuales cambios regionales y criticó la destitución antidemocrática de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.