Un reciente estudio publicado en Londres indica que la desinformación y las teorías conspirativas alimentan la desconfianza en las vacunas contra el COVID-19.
La cifra bajó aún más cuando se mostró a los participantes del sondeo situaciones concretas de desinformación y teorías conspirativas que abundan por estos días en las redes y medios de información.
En Reino Unido se pasó de 54% a 47,6% y en EEUU de 41,2% a 38,8%.
Pero esto no solo ocurre en el "primer mundo". También en Latinoamérica se advierte una desconfianza de la población hacia las futuras vacunas anti coronavirus, tal como lo indicó a Sputnik María Cristina Rosas, doctora en Relaciones Internacionales y Estudios Latinoamericanos por la Universidad Autónoma de México.
"Revisando encuestas de opinión vemos que el optimismo respecto a la vacuna ha ido declinando. Si en abril le preguntabas a las personas en Ciudad de México '¿si se desarrolla una vacuna usted se la pondría?', la mayoría decía sí. Pero ha pasado el tiempo y la posible aprobación cayó", afirmó.
"En Ciudad de México 70% dijo ahora que no se pondría la vacuna, esto es terrible y muy triste porque refleja las dudas de las personas con respecto a una posible vacuna del coronavirus", advirtió la experta en Epidemiología Analítica.
Analfabetos sanitarios
Rosas recordó que los movimientos antivacuna tienen su disparador en un artículo publicado en 1998 por el médico inglés Andrew Wakefield acerca de que la vacuna contra el sarampión provoca autismo.
"El problema es que atizó los sentimientos de duda de las personas en torno a las vacunas, de manera que ahora tenemos escepticismo, y enfermedades como el sarampión que en México estaba casi extinta pero regresó y ahora tenemos un problema bien grave", dijo agregó.
Para Rosas se torna imprescindible apostar a la alfabetización sanitaria de las poblaciones siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y su réplica regional, la Organización Panamericana de la Salud.
"La alfabetización en salud es un concepto que tiene cada vez más adeptos porque todo los días tenemos que tomar decisiones. Cuánto ejercicio hacer, qué alimentos comer, cuánta agua tomar, entender instrucciones de los medicamentos", enumeró. "La alfabetización permite tomar mejores decisiones", enfatizó.
Diagnóstico
Otros factores también inciden en la desconfianza de las personas. Por ejemplo, las pujas políticas que cuestionan determinados hallazgos y potencian otros por cuestiones de estrategia económica o de ideología más que de salud.
"Eso nos deja un panorama bastante sombrío porque revela por un lado la falta de voluntad política de las naciones para enfrentar enfermedades como el sida por ejemplo, que está cumpliendo 40 años, pero también ébola, chikungunya y zika, que no tienen vacunas".
"El hecho de ver en 2020 que en la medida que coronavirus progresa en el planeta ha progresado la investigación médica para generar vacunas, sorprende. Hay muchas cosas en juego hasta un Nobel de Medicina seguramente a quien desarrolle la vacuna más efectiva", ironizó.
Para Rosas un ejemplo claro de la disputa geopolítica fue visible cuando Rusia anunció la Sputnik V.
"De inmediato comenzaron las descalificaciones. Se ha estado probando, hay personas que recibieron las dos dosis y algunas tuvieron efecto secundario, fiebre, dolor muscular, de cabeza, pero esto es común por lo general en las vacunas", matizó.
Lo que vendrá
La académica mexicana fue consultada sobre las posibilidades de acceso en Latinoamérica a la vacuna de Pfizer y la Sputnik V, que acaban de anunciar una efectividad de 90% y 92% respectivamente.
"Hay un problema con la de Pfizer porque está diseñada exclusivamente para países de altos ingresos. Es muy cara, pero además el sistema de refrigeración que necesita no es el usual. Todas las vacunas requieren refrigeración, pero esta requiere un nivel que el Gobierno de México acaba de declarar que no la va a comprar", indicó.
Si lo hiciera, precisó, tendría que "hacer adquisiciones de millones de dólares en sistemas de refrigeración que el país no tiene y que debería destinar obviamente a otras esfera de la salud.
"Creo que tenemos más información de la vacuna Sputnik V en este momento que la de Pfizer", dijo opinó Rosas.
Sobre la Sputnik V dijo creer que "lamentablemente va a haber países que por cuestiones ideológicas o incluso hasta por compromisos politico-económicos con grandes empresas farmacéuticas van a rechazarla".
"Tanto Rusia como China en el desarrollo de las vacunas han dicho que deben ser patrimonio de la humanidad y accesibles a toda la comunidad internacional. Esto choca de manera brutal con los intereses de las empresas farmacéuticas que obviamente están invirtiendo millones y millones de dólares", concluyó la académica.
