Von der Leyen ya había cumplido con el autoaislamiento el 5 y 6 de octubre tras una reunión en Lisboa, en la que también estuvo presente un asesor gubernamental que dio positivo a un examen de COVID-19.
Asimismo, esta semana el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el comisario para Ayuda Humanitaria del bloque, Janez Lenarcic, también iniciaron períodos de cuarentena voluntaria. Fue luego de un viaje a Etiopía donde ambos estuvieron en contacto con personas cuyos test resultaron positivos.
En septiembre, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también tuvo que cumplir cuarentena en un caso que obligó a postergar una semana la anterior cumbre de líderes europeos. Hasta el lunes 5 de octubre se registraron 159 casos positivos de COVID-19 en el personal comunitario.
Quédate en casa
"La UE enfrenta una situación particular en la definición de su futuro que venía arrastrando desde la crisis económica de 2008", dijo a Sputnik Ana Luisa Trujillo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de México.
Desde entonces "muchos temas candentes no han podido resolverse y la pandemia viene a exacerbarlos por un lado y apurar soluciones por otro", apuntó. Pero dentro de este complejo panorama, el hecho de ser un bloque le permite afrontar de mejor manera circunstancias imprevistas como las actuales, a diferencia de su exsocio.
"Reino Unido está en posición de desventaja porque va a tener que enfrentar las consecuencias de la pandemia de manera solitaria. Es el caso contrario al de la UE, que está alistando un proyecto de recuperación económica", expresó la entrevistada.
En esta cumbre, la Comisión Europea solicitó a sus socios que adopten una estrategia común para la administración de las vacunas tan pronto como estén disponibles. A un ritmo de unos 100.000 nuevos casos al día, Europa ya supera a EEUU, con una media de 51.000 contagios diarios.
Por su parte, Reino Unido sigue siendo de los países más afectados en el continente, con 143 personas muertas el 14 de octubre y 17.234 nuevos contagios diarios.
Distanciamiento social (y político)
"El Brexit es una cuestión inédita: vemos como cambia todos los días y nos va sorprendiendo a estudiosos e interesados en política internacional", apuntó Trujillo, experta en política europea.
A diferencia de lo que ocurrió después del referéndum que en 2016 marcó el camino para el divorcio, actualmente se enfriaron los intentos de otros países de seguir el camino de Londres.
Para la entrevistada "todo eso ha servido para mantener a los países que ya están dentro. Y con esta cuestión de cerrar filas a este proceso de Reino Unido, fortalecer a la UE".
La situación entre Irlanda e Irlanda del Norte, los acuerdos de pesca y la supervisión posterior del cumplimiento del futuro acuerdo, son tres de los temas que más controversias generan.
"Las concesiones que pide Reino Unido son un poco elevadas: conservar a Irlanda del Norte en la Unión aduanera y Mercado Común, cuestiones que la UE ya había planteado que no. Salir de la UE era salir de todo", sostuvo.
Coincidió en que el inicio del proceso de Bruselas para sancionar a Londres a raíz de una ley interna que cambia las condiciones sobre lo acordado en 2019 sobre Irlanda, es una clara señal de que el bloque también está dispuesto a la posibilidad de un Brexit duro.
Sin embargo, la experta proyectó que "dado que se acerca el final del período de transición, seguramente van a apresurar las negociaciones. En Reino Unido va a haber un consenso para que se alcance un acuerdo mínimo, muy básico, que permita los menores daños a partir del 1 de enero de 2021, que es cuando formalmente se inicia la relación de Reino Unido como tercer país con la UE".
