El 13 de agosto se produjo este incidente, calificado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como una provocación. Grecia lo describió como un "accidente". Más allá de lo que a la distancia parece haber sido una anécdota, el hecho se dio en un momento de expansionismo turco en varios frentes vinculados al Mediterráneo.
Turquía es la vinculación natural entre el Cáucaso, Medio Oriente, el Mediterráneo Oriental y el Mar negro, recordó el académico. "Esta potencia media se ha vuelto realmente asertiva, activa en cuanto a su agenda de política exterior y choca con intereses de otros actores", acotó.
Botta explicó que a los factores geopolíticos tradicionales que marcan la relevancia histórica de Ankara y el Mediterráneo, se incorporaron nuevos elementos "a partir de un hecho económico fundamental: el descubrimiento de grandes yacimientos de gas en los últimos 10 años en la zona del Mediterráneo Oriental".
"Se ha conformado en esta región el núcleo geopolítico de Medio Oriente, donde chocan no solo diferentes características culturales sino que además hay interés concreto por aprovechar esos recursos y favorecer a la seguridad energética europea", indicó.
En todas las canchas
El docente apuntó que a raíz de estos hallazgos "algunos actores que hasta ahora eran dependientes de recursos energéticos" se podrían convertir en "explotadores de los mismos, con lo cual es una especie de 'barajar y dar de nuevo' en términos geopolíticos, y en todos esos ámbitos está Turquía".
Botta opinó que esta situación permite hablar de un "un regreso al Mediterráneo" como centro de acción y choque de potencias. "No solo tenemos a los países europeos y a EEUU, sino además desde septiembre de 2015 tenemos la presencia rusa, a partir de la base naval en Siria", enumeró.
"Hoy el Mediterráneo es una zona muy compleja en términos militares, con múltiples actores e intereses económicos muy complejos", advirtió.
¿Quién frena a Turquía?
Hasta el momento Turquía, como Integrante de la OTAN, con el segundo Ejército en importancia pero sin ser miembro de la Unión Europea (UE), y con buenas relaciones con potencias como Rusia y China, ha desplegado esta nueva política exterior sin demasiadas oposiciones.
"La posición de Francia es extremadamente dura con respecto a Turquía, Italia tiene una situación más compleja. En algunos ámbitos se oponen, en otros colaboran, mientras que Alemania tiene otra situación", describió.
"Veremos en términos estratégicos cuál va a ser el actor pos-Brexit que va a lograr imponer su visión geopolítica. Francia ha tomado la delantera, y frente a una posición no tan clara de Alemania, está marcando el ritmo en cuanto a cómo debe verse la crisis que se está viviendo en esa región", afirmó el director del Programa Ejecutivo de Medio Oriente de la Universidad Católica de Argentina.
Botta sostuvo que "si uno toma datos duros, Francia es el único país miembro de la UE miembro del selecto club nuclear y miembro permanente del Consejo de seguridad de la ONU. Tiene una posición política y militar que no tiene otro socio" del bloque.