El 4 y 5 de diciembre en el estado de Río Grande del Sur, el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, recibirá del anfitrión Jair Bolsonaro la presidencia pro tempore del bloque para ejercerla durante los próximos seis meses.
También será la despedida del Gobierno del izquierdista Frente Amplio uruguayo tras 15 años en el poder, aunque el presidente, Tabaré Vázquez, no será de la partida por cuestiones de salud. Estará representado por la vicepresidenta, Lucía Topolansky.
El cambio de mando en Uruguay está previsto para el 1 de marzo de 2020, cuando asuma el senador opositor del Partido Nacional (centroderecha) y presidente electo Luis Lacalle Pou.
Al respecto, Burdman señaló que "había mucha expectativa por parte del presidente electo de Argentina sobre la elecciones en Uruguay porque estaban esperando que [el candidato oficialista Daniel] Martínez gane para no quedar tan solo, pero lo que va a encontrar es un Mercosur donde los presidentes no parecen muy afines entre ellos".
A la espera de que no pase nada
Para el académico argentino el principal desafío del período que se abre "es tratar de que el bloque no desaparezca, mantener al Mercosur funcionando. No es una etapa para soñar con ampliaciones ni alcances nuevos".
Consultado sobre qué puede esperarse de la cumbre, dijo que "lo deseable sería que se renueven las rutinas del Mercosur, que sigan funcionando los mecanismos y que no pase nada. Es decir, que no haya ningún cimbronazo, creo que ese sería un resultado óptimo (...) debemos cruzar los dedos para que no se rompa ninguna regularidad dentro del bloque".
Por su parte, el sociólogo brasileño Vinicius Sartorato coincidió en que la incertidumbre es grande con respecto a "cómo seguirá el Mercosur". "Unos llegan a hablar de una situación catastrófica que puede acabar con el bloque, yo no creo tanto", matizó.
Brasil está reclamando "más libertad económica", precisó el analista, en contraposición a las prioridades que el organismo se había fijado durante la primera década del siglo, más enfocado en las cuestiones de "ciudadanía".
"Hoy se cambia todo para una discusión más de cuño neoliberal, a los intereses de grandes empresas", ejemplificó Sartorato.
Como reflejo de esto, más allá de los temas comunes, en la cumbre se buscarán cerrar algunos acuerdos bilaterales por parte de Brasil. Con Paraguay en temas de la industria automotriz y con Argentina y Uruguay en el sector agrícola.