El mundo está a la expectativa del discurso del presidente chino en esta fecha tan especial. Para el magíster Gustavo Girado, director de Estudios en China Contemporánea de la Universidad Nacional de Lanús, Argentina, Xi pondrá énfasis en el progreso de China a lo largo de las últimas siete décadas.
"Son muy moderados en la forma de expresar sus proyectos y suelen ser muy potentes", describió Girado. El entrevistado no cree que Xi se refiera de manera directa a los disturbios recientes en Hong Kong o a otros aspectos coyunturales como los cambios con las pequeñas repúblicas insulares de la región, que están "abandonado Taiwán y poniéndose bajo el paraguas de la República Popular".
"Xi no va a ser confrontativo porque no parece ser una característica de su discurso, menos cuando hay que ensalzar el espíritu que ha llevado a la República Popular China a ocupar un rol tan preponderante en la economía mundial hoy", afirmó Girado.
En este sentido no habría menciones específicas a la "guerra comercial" que le declaró EEUU, ni "a los problemas de soberanía que hay en Mar Meridional de China con fuerte influencia política de los poderes occidentales".
"Hará una referencia histórica a lo que pasó con Mao Zedong en la guerra revolucionaria, usando expresiones como: 'si ya tuvimos una larga marcha, si hay que transitar de nuevo la larga marcha, lo haremos. Tenemos paciencia, nada nos está apurando para tratar de continuar con nuestro camino'" agregó Girado.
Su intervención será acompañada de un desfile con despliegue: se anuncia la participación de 280.000 civiles de todos los sectores de la sociedad y una exhibición marcial que comprenderá a 15.000 soldados, 160 aviones y 580 tipos de armamentos.
Cuatro años después, Mao anunciaba el triunfo en la plaza Tiananmen: "El pueblo chino se ha puesto de pie", dijo y la multitud explotó en aplausos. "El consejo del Gobierno Popular Central ha decidido declarar a los gobiernos de todos los otros países, que este es el único que representa a todas las personas de la República Popular de China", expresó el histórico dirigente, que gobernó el país hasta su muerte en 1976.
Como símbolo de estas siete décadas y del protagonismo adquirido por el gigante asiático, Taiwán mantiene ahora relaciones oficiales con apenas 15 estados, la mayoría de escasa relevancia geopolítica.