De esta manera, Johnson reiteró su prioridad de salir de la UE con o sin acuerdo. Por su parte, la Comisión Europea reiteró que no renegociará el texto firmado por Theresa May en noviembre de 2018.
"Tanto Johnson como la UE tienen en su mente la idea de evitar un no acuerdo", dijo a Telescopio Nicolás Posse, docente del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Uruguay.
Ahora "se inicia una partida de ajedrez en la cual los jugadores van a ir moviendo piezas, viendo cómo reaccionan los otros y tratando de ajustar sus posiciones para evitarlo", agregó.
El problema es que "no hay mucho tiempo, viene el receso veraniego, está por asumir una nueva Comisión Europea, con lo cual el espacio para negociar un nuevo acuerdo en tan pocos meses no parece viable", opinó Posse.
El principal obstáculo que impidió al parlamento británico ratificar el acuerdo logrado por May provocando su renuncia, fue la salvaguarda irlandesa.
Este Acuerdo "fue posible en buena medida porque el Reino Unido estaba en la UE, y se podía evitar una frontera" entre las dos partes de la isla, pero la salida del bloque comunitario implica restablecer una "frontera dura" y reavivar el conflicto, explicó Posse.
La oferta de la UE para resolver este punto crucial es renegociar la declaración política que acompaña al acuerdo legal firmado por May, y que, a diferencia de éste, no es vinculante. El problema es que dicha declaración "no convence a los sectores más euroescépticos del Partido Conservador, dentro de los cuales se encuentra Johnson".
Por esa razón, "no sabemos hasta qué punto Johnson y la UE van a tirar de la piola y podemos llegar a octubre sin acuerdo", advierte el entrevistado.
¿Cómo será la relación con EE UU después del Brexit?
"En términos personales, las relaciones entre Johnson y [Donald] Trump son mucho mejores que entre Trump y May", explicó Posse, pero hay cuestiones estructurales, en particular en el ámbito comercial, "que pueden superar la afinidad personal de los dos líderes".
El experto se refería a temas conflictivos como el de la salud, porque uno de los objetivos estadounidenses es acceder como proveedor del servicio de salud británico. Otro obstáculo son las medidas sanitarias en la agricultura, que en EEUU son menores a las que exige la UE. Pero Londres espera mantener las normas comunitarias a pesar de su salida del bloque, lo cual "puede ser un obstáculo estructural de cara a un acuerdo" con Washington, a pesar de la buena relación de los dos líderes.
¿Hacia elecciones generales?
Para Posse el principal problema de Johnson será interno, pues habrá que ver hasta qué punto puede "mantener la posición de no acuerdo".
"En el parlamento británico que se constituyó en 2017 no hay una mayoría a favor de un no acuerdo", e incluso se cree que el sector más favorable a la permanencia dentro del Partido Conservador "estaría dispuesto a votar contra el Gobierno". Esto "desencadenaría elecciones generales" antes de 2022, fecha en la cual terminaría el período de Johnson.
El llamado a elecciones puede ser en el corto plazo "si el Partido Conservador no logra unificarse alrededor de su nuevo líder", pues el Brexit sin acuerdo "no genera consenso", aseveró Posse.
Frente a esta posibilidad, hay que analizar las perspectivas del laborismo. "Este no ha sido un año muy favorable" para su líder, Jeremy Corbyn, señaló Posse, por la división interna entre los partidarios de realizar un nuevo referéndum para mantenerse en la UE y los partidarios del Brexit.
"La última encuesta de hace unos días muestra que los liberales demócratas, que han asumido una postura muy clara para mantenerse dentro de la UE, estarían por encima de los laboristas, que han caído al tercer lugar, mientras que los conservadores siguen a la cabeza", informó el experto.