Si bien los promotores no lograron su objetivo principal, sí causaron heridas al menos a siete militares que participan del desfile tradicional. El ataque fue mediante drones con características inusuales para el país caribeño, provistos con distintos tipo de explosivos.
"Tienen un diámetro de metro y medio, cargan 6 kilos de pesos, o sea que son unos 15 kilos volando. Esto llamó la atención en Venezuela y permitió que la población denunciara los hechos en el marco de los anillos de seguridad del presidente", detalló el diplomático.
El embajador venezolano dijo que "las vinculaciones de personas que viven en los Estados Unidos y que conocían del hecho son claras. Así lo ha expresado un periodista latinoamericano muy famoso". Se refería al peruano Jaime Bayly, que conduce un programa televisivo desde Miami.
En su programa del lunes 7 dijo lo siguiente: "Yo me enteré del plan en la semana. Mis fuentes que son confiables me llamaron, me conminaron a una reunión. Yo no quería ir porque soy perezoso. Pero fui. Me dijeron, Jaime, el sábado vamos a matar a Maduro".
Sin embargo, la oposición venezolana, el Gobierno de Estados Unidos y los 14 países latinoamericanos que formaron el Grupo de Lima a pedido de Washington en 2017 para presionar al gobierno bolivariano, consideran que el intento de magnicidio fue algo así como una puesta en escena por parte del propio Maduro.
"Han buscado desconocer un hecho público y notorio, que tiene personas detenidas en flagrancia, que reconocieron su participación y que fueron entrenadas en Colombia, en una zona fronteriza con Venezuela y de alta densidad de paramilitares colombianos".
Desde Bogotá, la capital colombiana, donde reside, el diputado Julio Borges negó tener vinculación con los hechos. Tanto a él como al también diputado Juan Carlos Requesens (uno de los seis detenidos hasta el momento) la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela les suspendió los fueros parlamentarios.
El atentado, bautizado como Operación Fénix, fue reivindicado por un grupo denominado Soldados de Franelas horas después de los hechos mediante un comunicado leído por la periodista venezolana Patricia Poleo, radicada también en Miami.
