CAF organizó la Conferencia Infraestructura para el Desarrollo de América Latina entre el 26 y 27 de abril en Buenos Aires, Argentina. Más de 600 personas asistieron para escuchar la visión de 70 expertos entre autoridades de gobiernos, funcionarios especializados y representantes de la sociedad civil.
Hubo muchas coincidencias en la necesidad de complementar y sumar esfuerzos para que el desarrollo sea parejo entre los países, de manera que ninguno quede rezagado y la región pueda ser vista como un actor relevante a la hora de captar inversiones.
"Latinoamérica es un bloque comercial y económico bastante importante. Tenemos diferentes alianzas comerciales, como el Mercosur y la Alianza del Pacífico, que vienen siendo apoyadas por algún tipo de infraestructura para vincular a diferentes países a través de corredores logísticos", señaló Estupiñan.
El experto reconoció que la tarea no es sencilla dado que "no solo tenemos los problemas propios de cada país sino que hablamos de una agenda de infraestructura que vincula a dos, tres, cuatro países". Paralelamente, según explicó, se trabaja en revertir una realidad que, sumada a la anterior, relega el desarrollo regional.
"América Latina no está invirtiendo tanto como debería, como indican los estudios y las mejores prácticas internacionales como las de los países asiáticos en las últimas décadas. América Latina viene invirtiendo entre 2,8 y 3 puntos del PIB y la teoría dice que deberíamos estar invirtiendo alrededor de 5%, entre pública y privada", agregó.
Finalmente, Estupiñan se refirió al "factor social", en el sentido de que es necesario garantizar que las inversiones que ya se están realizando no solo mejoren la infraestructura, sino que también contribuyan a temas clave como "la equidad de género o la inclusión social".
"No queremos sólo enfocarnos en ser más eficientes y productivos, sino ver también cuáles son esas poblaciones más vulnerables y cómo van a tener más acceso a recursos y servicios para desarrollarse más plenamente".
