"En Irán estaba en marcha un proyecto de guerra civil"

A siete años del inicio de las bautizadas 'primaveras árabes', una serie de protestas de corte económico en varias ciudades de Irán fueron aprovechadas y alentadas rápidamente por quienes ven en el nuevo rol iraní de potencia regional un peligro para sus intereses: Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí.

Los mensajes televisados del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hablándole directamente al pueblo iraní, y los tuits del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alentado y prometiendo apoyo para mantener las protestas en las calles contra 'el gobierno corrupto', dejan poco margen para el análisis sobre lo que está en juego.

"Con el diario del lunes era casi previsible que en algún momento sucediera algo así. Si nos remitimos a esa famosa y sangrienta ‘primavera árabe' donde los dos focos de intervención occidental fueron Libia y Siria, hoy sabemos perfectamente lo que ha sucedido, cuáles han sido los resultados en países de políticas absolutamente opositoras a Occidente, Estados Unidos y todo lo que eso implica, Israel, Arabia Saudita, y más. La gran frutilla de esa torta sin duda es Irán porque es el país a vencer en Medio Oriente", resumió el analista internacional argentino Guadi Calvo.

En este sentido, destacó que el origen primario de las manifestaciones que comenzaron el 28 de diciembre y se extendieron 10 días con un saldo de entre 20 y 25 muertos, cientos de lesionados y detenidos, era real.

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"Son protestas genuinas, reclamos absolutamente razonables que derivan inmediatamente en manifestaciones violentas, buscando muertos, la condena internacional, de pronto alguna rebelión en el Ejército y ya tenemos el proyecto de guerra civil en marcha. Esto fue abortado porque el pueblo iraní en una gigantesca marcha salió a apoyar la revolución y al gobierno", apuntó Calvo.