Frente Amplio chileno: ¿fenómeno electoral o movimiento con futuro?

La candidata presidencial Beatriz Sánchez y la nueva izquierda chilena dieron el batacazo electoral el 19 de noviembre con el Frente Amplio (FA), una alianza de 13 agrupaciones. Si bien el FA no pasó al balotaje del 17 de diciembre, conquistó 20% de los votos, 20 diputados y un senador, reescribiendo así el mapa político.

Si bien el FA no pasó al balotaje del 17 de diciembre, conquistó 20% de los votos, 20 diputados y un senador, reescribiendo así el mapa político.

Desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990, todos los gobiernos, salvo el de Sebastián Piñera (2010-2014), fueron de una alianza de partidos como el Socialista, la Democracia Cristiana y hasta el Partido Comunista. Pero el desgaste de esta coalición explica el surgimiento del nuevo movimiento político.

"La izquierda se desconectó de los problemas de la gente", le dijo a Sputnik el diputado electo Tomás Hirsch, candidato presidencial en 2005 por el Partido Humanista, actualmente uno de los pilares frenteamplistas.

"El FA se instaló como una fuerza política relevante para el país, como una opción al duopolio en el que estábamos atrapados desde hace tanto tiempo. Esto nos da grandes esperanzas con respecto al futuro".

Por su parte, la presidenta de Corporación Humanas, Carolina Carrera, especialista en temas de género, señaló: "Yo creo que Beatriz Sánchez tiene cualidades para convertirse en la líder, pero no lo sabemos todavía. Tenemos que ver cómo van a actuar quienes están a la cabeza de los partidos y movimientos que están dentro. Ella representa a un gran frente pero hay subdivisiones, como en todo; entonces es un liderazgo muy distinto", dijo.

Una forma de medir ese proceso será mediante la capacidad que "tenga ella de exigir que las propuestas de género del FA se incorporen y sean parte de la agenda legislativa de sus actual representantes", agregó la analista.