En este sentido, considera que "a Maduro, al final de todo esto, creo que habrá que reconocerle la hidalguía" para enfrentar situaciones y fuerzas antes las cuales "otros gobernantes quizá hubieran ejercido una represión brutal. Creo que en ese sentido tampoco ha mordido el anzuelo de quienes quisieran derrocarlo con acciones violentas".
"La gran apuesta que hace el gobierno es a algo característico del proceso bolivariano: someter decisiones cruciales a movimientos de participación electoral y en esa medida si los datos que el gobierno maneja son ciertos (NdR: sobre las 11 millones de personas que participaron del simulacro el 16 de julio), es evidente que hay todavía un respaldo importante, más que al gobierno como tal, o a Maduro como presidente, al proceso bolivariano y sus conquistas, que la derecha ha amenazado con desmantelar", concluye Mora Ramírez.