El 17 de diciembre de 2014 Raúl Castro y Barack Obama anunciaron por separado pero en simultáneo una nueva etapa de las relaciones entre ambos países. El gesto principal fue la reapertura de las embajadas en La Habana y Washington y el reinicio de los vínculos diplomáticos bilaterales.
Dos años y medio después, el 16 de junio de 2017, Donald Trump llevó a cabo un acto político partidario en Miami. Allí comunicó que volvía a enfriar las relaciones con Cuba y aumentaba las restricciones para viajar y hacer negocios en la isla.
"Todos coinciden en que este show mediático del pasado viernes en Miami de Trump le va a salir el tiro por la culata. En vez de beneficiarlo a él o a su trayectoria —entre comillas política- le va a caer bien desagradable a su administración, porque tanto demócratas como republicanos consideran que es hora de hacer un vuelco en las relaciones con Cuba, normalizarlas en lo que se pueda. Aquí se pasó el discurso en vivo y realmente no le ha quitado el sueño al pueblo cubano", aseguró Fardales.