La transparencia de las elecciones y los resultados dados a conocer horas después del cierre de las urnas no tuvieron cuestionamientos por parte de los más de 1.000 observadores desplegados por todo el territorio, pese a lo cual Lasso habló de fraude y anunció acciones legales para el recuento de votos.
"Yo creo que en Ecuador ayer se ganó una batalla muy importante. Yo me atreví a usar una analogía con la Segunda Guerra Mundial diciendo que era la batalla de Stalingrado porque aquella decidió el curso de la Segunda Guerra Mundial. Si se perdía esa batalla, el triunfo del fascismo hubiera sido prácticamente incontenible y si en Ecuador llegaba a ganar la derecha el efecto dominó que tendría sería fatal porque aislaría a Bolivia y Venezuela. La victoria de Lenín pone fin a esa situación por lo menos por ahora, y robustece el eje bolivariano", destacó Boron.
Su colega ecuatoriana Carol Murillo, Licenciada en Sociología y Ciencias políticas, vislumbra un par de semanas de protestas por parte de los seguidores de Lasso, hasta que todo decante porque no hay una sola observación sobre la cristalinidad del proceso.
"A partir del 24 de mayo cuando se posesione el nuevo presidente pasarán dos o tres cosas: se iniciará una especie de segunda etapa de la Revolución Ciudadana, y vamos a tener una Asamblea en la cual el oficialismo tendrá mayoría aunque no absoluta. El bloque del señor Lasso tendrá varios asambleístas y existen otros pequeños partidos con los que se podrían unir, pero aun así la mayoría será de Alianza País. Esto no significa que no haya conflicto. Creo que comenzamos a vivir una nueva realidad política y una nueva realidad regional, porque la elección de Lenín Moreno espantó esa idea de que vivimos el fin de ciclo de los gobiernos progresistas", sostuvo Murillo.
