El proyecto de ley correspondiente de los legisladores estadounidenses apunta a la escalada de la tirantez y a una nueva carrera armamentista, lo que supone contramedidas por parte de Rusia. Si estos misiles llegan a ser instalados en las proximidades de las fronteras rusas, realmente se puede poner al mundo al borde de la guerra. El tratado todavía puede ser discutido, aún no es tarde.
Mientras, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, reiteró a la OTAN su petición de enviar al mar Negro buques de guerra tras el incidente en el estrecho de Kerch. Pero, varios países comunitarios, incluidos Francia y Alemania, consideraron prematuro imponer nuevas sanciones a Rusia. El líder ucraniano procura aferrarse el poder y empezó a "prepararse" para las presidenciales en Ucrania. Poroshenko está haciendo todo lo posible para aislar a los ucranianos de cualquier tipo de contacto humanitario con los rusos.
Se trata de un fenómeno normal que paulatinamente refuerza sus posiciones en las filas europeas. Europa va tomando conciencia de la necesidad de orientarse hacia sus intereses nacionales y no hacia los de allende del océano. Es un fenómeno importante que va cobrando desarrollo en el seno de la comunidad europea. Los húngaros y los checos fueron los primeros en tomar conciencia de tal situación, mientras que los polacos, como siempre, están en las primeras filas en cuanto respecta a las cuestiones antirusas.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo unas de declaraciones importantes que, sin duda, tendrán repercusiones. El jefe de Estado ruso encargó elevar la protección de las instalaciones energéticas. Putin llamó a organizar estudios y entrenamientos para su personal. Por otra parte, se necesita desarrollar los sectores civiles. Resulta imposible lograr cambios cardinales sin una financiación de gran envergadura, incluida la financiación estatal, advirtió el mandatario.
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