¿Por qué "barbaridades" mediáticas contra Sputnik V constituyen amenaza mortal?

"Seguramente eliminará las muertes y la presión sobre las terapias intensivas". Según el médico sanitarista Jorge Rachid, asesor del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, este será el efecto de la llegada de las vacunas rusas Sputnik V a la Argentina, donde los intentos de impedirlo sí que ponen en peligro las vidas de la ciudadanía.

Según el especialista, Sputnik V, junto con la vacuna de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca, "son las más probadas". Ambas —aunque tienen algunas diferencias— se basan en la "misma" plataforma tecnológica de vectores adenovirales, bien estudiada y segura, tal como quedó demostrado en el combate de enfermedades como el ébola, apuntó.

Pero el 'privilegio' de ser 'el malo de la película' lo tiene Sputnik V, habiendo una "campaña" de la prensa dominante de Occidente, de la cual el pueblo argentino tampoco puede evitar ser una víctima.

Hablando "en términos futbolísticos y no sanitarios", el también político resaltó que, "en esta cancha de las vacunas" se están disputando "varios partidos a la vez: un partido geopolítico de posicionamiento internacional; un partido de las luchas de la industria farmacéutica por la primacía; y un partido mucho más importante a futuro, que es el tema de las patentes".

En este contexto, denunció que muchos medios argentinos cumplen de hecho el papel de "lobbistas" de lo que "podíamos denominar eufemísticamente 'el mundo occidental'", donde "pegarle a los rusos" —en este caso diciendo "cualquier barbaridad" sobre Sputnik V— es su discurso típico y de siempre.

Enfatizó, al mismo tiempo, que tampoco es casualidad el silencio de los mismos medios sobre la "herencia" del anterior Gobierno como una enorme deuda pública, millones de argentinos hambrientos y sin trabajo, al tiempo que Alberto Fernández y su equipo están siendo duramente criticados por cada movimiento que hacen.

Unas críticas que a veces constituyen una amenaza mortal, ya que sus autores prefieren evitar el incómodo tema de cuántas vidas costaría el rechazo a Sputnik V, que está siendo usada con eficacia en la campaña masiva de vacunación contra la COVID-19 en Rusia.