¿Se siente humillado Occidente por Rusia?
Esterilizada. Así está quedando la posibilidad de Occidente de que 'sus' vacunas contra el COVID-19 pasen la 'línea de meta' antes de que lo hagan las vacunas rusas, cuando lo que debería estar por encima cualquier otra consideración es el bienestar de la humanidad. Así lo demuestran los constantes tropiezos que están teniendo.
El primero fue cuando la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford suspendieron la tercera fase de los ensayos clínicos de la vacuna en la que trabajan. Ahora es Johnson & Johnson la que frena sus ensayos a causa de una enfermedad inexplicable que padece uno de sus participantes.
Ante este problema de enfoque que tiene Occidente, Rusia demuestra una y otra vez que lo que está por encima es el bienestar de la humanidad, pese a recibir constantes ataques desde los políticos y Gobiernos occidentales, y que son amplificados por los medios de comunicación masiva en lo que es una verdadera propaganda antirrusa.
"Resulta sorprendente cuando en [la prensa de] Europa occidental se afirma que un opositor ha sido envenenado directamente por Putin, […] o se afirma respecto a China que el médico que denunció el coronavirus ha muerto, […] pero no son capaces de decirnos un sólo caso de un voluntario en al cual se le haya proporcionado la vacuna [en Rusia] contra el COVID-19 y le haya causado problemas", observa al respecto el analista internacional Carlos Martínez.
EEUU ataca a Rusia, que responde
Uno de los ataques contra Rusia llegó precisamente de parte del principal experto en enfermedades infecciosas de EEUU Anthony Fauci, quien expresó "serias dudas" sobre la seguridad y eficacia de la vacuna rusa. Y es que en ese 'ganar a cualquier precio', las farmacéuticas occidentales saben que tienen mucho que perder: muchísimo dinero para empezar, y prestigio, para seguir.
"Rusia está dispuesta a compartir datos de la vacuna con EEUU. Más muestra de buena fe que esto no puede haber", remacha en este sentido Martínez.
Carlos Martínez enfatiza que la de Rusia "es una muestra de buena fe que es importante, primero para demostrar que no se está ocultando información, y segundo porque la lucha contra el COVID-19 es una lucha mundial y lo que cabe es la cooperación y no la lucha de tipo político o geopolítico, o incluso electoralistas como parece ser que es el caso".