Dios los cría y ellos se juntan
Acosador sexual y racista. De eso acusó Kamala Harris a Joe Biden cuando era una más en la carrera entre demócratas por pelearle la presidencia a Trump el próximo 3 de noviembre. Por un lado, le denunció por su oposición a los denominados 'autobuses contra la segregación' en la década de 1970, que permitían el acceso sin distingos raciales a los autobuses escolares. Y por otro, respecto a las denuncias de acoso sexual contra Biden, sentenció: "Yo les creo y las respeto por su coraje", al referirse a las mujeres denunciantes.
Por un lado, se lo interpreta como una estrategia marketinera: colocar a una hija de inmigrantes –padre jamaicano y madre india– con fisonomía de afroamericana, podría dar unos buenos dividendos papeleteros en épocas de 'Black Lives Matter'; y por otro, tal vez el más inquietante, que en un mediano plazo podría convertirse en la presidenta de EEUU, de acuerdo a quienes señalan el posible senilismo de 'Sleepy' Biden. Una mano lava la otra, y las dos lavan la cara.
"La política hace extraños compañeros de cama", ironiza al respecto el Dr. en Sociología e historiador, Sergio Fernández Riquelme.
El también escritor incide en que es casi una necesidad esta sociedad. "Joe Biden en un debate cara a cara con Trump no tendría nada que hacer, porque hemos visto imágenes y discursos de él, una persona bastante mayor que aparenta estar senil, y muchos teóricos e intelectuales que es posiblemente Harris y su equipo quien llevaría el mando de una futura o posible Administración demócrata, si Biden consiguiera la victoria".
"Si Harris es capaz de pactar con una persona con la que no tiene nada que ver, con la que le separan abismos en cuanto a nivel ideológico o económico, pues posiblemente nada cambie en los EEUU de Norteamérica, e incluso pueda provocar que Donald Trump consiga movilizar a ese voto oculto, conservador, blanco y obrero de los estados oscilantes y pueda dar la sorpresa en estas elecciones de 2020", expresa este profesor de la Universidad de Murcia.
Los números
Todas las encuestas señalan que Biden, como Hillary Clinton hace cuatro años, tiene amplia ventaja en los sondeos y parece que todo está hecho, que Donald Trump lo tiene todo en contra. Pero, como hace cuatro años, podemos esperarnos de Trump cualquier cosa, y ahora está movilizando el voto más nacionalista, sabiendo las dos fortalezas que él ha tenido, que ha sido la economía, y darse cuenta que el gran enemigo de EEUU en la hegemonía mundial es China", concluye el Dr. Sergio Fernández Riquelme.