Diagnóstico
Carretero Miramar es el portavoz del grupo 'Docentes vulnerables ante Covid-19', que a su vez integra un movimiento ciudadano más amplio que es el de 'Personal Educativo de Madrid por una vuelta segura' a las aulas.
"Lo que estamos viendo en España básicamente es una dinámica en la que se ha abandonado el trabajo sobre la educación durante todo el verano", se alarma el economista.
Incide en que durante el lapso transcurrido entre el final del curso anterior y este momento, se ha tenido el tiempo suficiente para poder preparar una vuelta segura a las aulas para que a partir del 1 de septiembre –que es cuando se inicia el nuevo curso– garantizando la salud, tanto de los propios trabajadores del sector educativo en general, los alumnos y los familiares de los alumnos.
"Porque si se producen contagios en el interior del centro educativo, eso no sólo puede afectar a los propios alumnos o a los trabajadores del centro educativo, sino también a los familiares de los alumnos que muchas veces son también personas de riesgo o vulnerables por tener una determinada edad o patología", explica. "El caso es que básicamente no se ha hecho nada", denuncia este profesor.
"Si nos detenemos por ejemplo a analizar lo que ha pasado en la Comunidad de Madrid, ésta estableció cuatro escenarios. Para que veamos el elemento fantasioso de estos escenarios nos podemos detener en que uno de ellos era precisamente que la pandemia había desaparecido y por lo tanto no había que tomar ningún tipo de medidas. Y ese es el escenario que contemplan directamente las instrucciones que están vigentes en este momento", advierte.
Comunicado del grupo de “Personal educativo vulnerable por una vuelta segura a las aulas” ante las declaraciones de @IdiazAyuso de ayer 25 de agosto #VueltaSegura o #AulasEnHuelga pic.twitter.com/rcgRu8egoE
— Personal Educativo de Madrid por una #vueltasegura (@huelgaeducacion) August 26, 2020
Matiza que aunque probablemente 'hoy o mañana' salgan unas nuevas instrucciones para el inicio de curso, lo que hay vigente en este momento es precisamente la idea de que no hay ningún tipo de problema y de que se pueden dar las clases presenciales con absoluta normalidad como si la pandemia no existiera. "Obviamente esto es absolutamente fantasioso, entonces no se han tomado las medidas que se tenían que tomar, y están diciendo los expertos sanitarios y epidemiólogos que hay que tomar una serie de medidas".
"Sin embargo, se nos dice que vamos a poder dar clases, por ejemplo en secundaria, con 30-35 alumnos en un aula, en centros educativos que además son normalmente muy viejos, muy degradados, en lo que no hay apenas ventilación, etc., donde a lo mejor los cientos de alumnos que hay en un centro educativo tienen sólo dos cuartos de baño a los que ir", manifiesta.
Asimismo, apuna que se ha estado hablando de toda una serie de hipótesis que se han ido lanzando, pero que ninguna de ellas se ha ido ejecutando. "Se nos ha dicho que se iba a aumentar el número de docentes para poder bajar las ratios, pero no se ha hecho. También se nos ha dicho que se iban a poder implementar los llamados 'grupos burbujas' en infantil y en primaria, es decir, estos alumnos que se mantienen juntos durante toda la jornada educativa y que no se pueden juntar con cualquier otro grupo, pero tampoco se ha hecho nada en concreto".
"Al fin y al cabo lo que encontramos aquí es una falta de previsión absoluta, de actuación, de iniciativa, y hemos llegado a una situación absolutamente caótica de inicio de curso", sentencia.
El docente avisa que el problema una y otra vez aquí, es que hacen falta más profesores, más recursos, más espacios, revertir todo ese proceso de degradación de la enseñanza pública que se ha producido en los últimos 20-30 años. "Aquí lo que se ha hecho básicamente es jugar a la degradación de la enseñanza pública para favorecer a la enseñanza privada y concertada, y por lo tanto se ha desarmado lo que es una forma de un servicio público universal, sobre todo para los sectores sociales que menos acceso tienen a la posibilidad de pagarse ellos mismos una enseñanza privada", subraya.
Iniciativas de los docentes
El economista indica que desde 'Personal Educativo de Madrid por una vuelta segura' a las aulas, manifiestan su deseo de volver a la enseñanza presencial por entender que el teletrabajo por sí mismo, la enseñanza a distancia, tiene un impacto directo sobre la labor social que en cierta manera realizan también los centros educativos.
"Los centros educativos no sólo imparten determinada instrucción, sino que también actúan frente a determinadas enfermedades que se pueden haber diseminado en determinados barrios, actúan frente a las situaciones extremas que puedan tener determinados alumnos desde el punto de vista social o familiar, etc. Y ese trabajo no se va a poder realizar con una enseñanza íntegramente a distancia con la que determinados alumnos van a quedar abandonados. Es decir, alumnos que no tienen en su casa una habitación donde puedan estar con un ordenador ellos solos y donde no tengan que compartirlo con cuatro hermanos en una casa pequeña. Además, con el padre que también tiene que teletrabajar, etc., van a tener muy difícil poder seguir las clases en un modelo íntegramente online", observa.
"Estas serían las grandes reivindicaciones, un suelo mínimo. Si nada de todo esto es posible, obviamente lo que no queremos los trabajadores en riesgo es una excedencia sin sueldo y que nos alejase del puesto de trabajo", concluye José Luis Carretero Miramar.