¿Una larga travesía por el desierto?
Mientras la Organización Mundial de la Salud ya preveía el advenimiento de uno de los peores escenarios de la pandemia para EEUU, y el gobernador de Nueva York alertaba de que es una utopía pensar que en su país todo volverá pronto a la normalidad, Trump insistía en que todo debe volver a ponerse en movimiento lo antes posible.
Unas afirmaciones que coinciden con otras hechas desde las antípodas de Washington. El director del hospital de la moscovita Kommunarka, Denís Protsenko, también hacía unas declaraciones propias al momento que vive el planeta.
"Observo lo que está pasando en el mundo y hay varios escenarios. Si vamos por el escenario chino, espero que todo esto se termine en mayo o junio, cuando se acaba la temporada [de enfermedades estacionales], pero si seguimos 'la explosión' italiana, consideraremos septiembre como una buena posibilidad. […] Es mejor estar exageradamente alerta y que luego hacer el ridículo, antes que tener el escenario italiano", lanzó el profesional.
¿Psicólogo o psiquiatra?
Entonces, aupado en no se sabe muy bien qué tipo de asesoría, o si se trataba de unas líneas de un libreto de factura propia, Trump osó transitar una línea entre psicología y la psiquiatría: "Habrá más suicidios por depresión que muertes por coronavirus a menos que EEUU vuelva a abrir sus negocios pronto", dijo suelto de cuerpo.
"Cuando alguien toma las máximas de Donald Trump sobre el coronavirus, estamos en presencia de un personaje absolutamente alejado de la seriedad respecto a cómo trabajar y cómo combatir el coronavirus", sentencia al respecto el periodista y analista internacional Pablo Jofré Leal.
Pero no se sintió conforme con eso, y ensayó una reafirmación en sí mismo: "EEUU nuevamente y pronto estará abierto a los negocios. Muy pronto. Mucho antes de tres o cuatro meses, como alguien sugirió. No podemos permitir que la cura sea peor que el problema en sí".