El proceso que determinará la suerte del ciberactivista se desarrolla esta semana en Londres, el lugar donde se decidirá el futuro del periodismo, según el padre de Julian Assange, John Shipton, quien vino a la capital británica para apoyarle "vigorosa y firmemente". Citando informes de la ONU, subrayó que la persecución desde hace 10 años a su hijo es "arbitraria". Denunció, asimismo, que Julian Assange sufrió torturas.
"Esto es lo que ocurrirá a los periodistas, a los editores y a las publicaciones si esta extradición política de Julian Assange es exitosa", advirtió.
Al respecto, el exjuez español Baltasar Garzón, coordinador del equipo de defensa de Julian Assange, subrayó que "se está acusando a alguien que ni es estadounidense ni fue la fuente directa" de las filtraciones. En declaraciones a Sputnik, acusó a EEUU de estar intentando "blindar" el sistema de Inteligencia norteamericana "de cualquier periodista que pueda atreverse a publicar datos que son clasificados".
De acuerdo a Víctor Manuel Ramírez, activista político ecuatoriano residente en Londres, quien conoce personalmente al fundador de WikiLeaks, quien debe ser juzgado es EEUU por sus "crímenes de guerra".
Las quejas sobre las restrictivas condiciones carcelarias han sido una constante de los abogados de Julian Assange, algo que parece no preocupar en absoluto a la magistrada que dirige el caso, Vanessa Baraitser, quien declaró que no actuará "hasta y si" la situación se agrava al máximo.