EEUU perdió el norte y en cualquier momento podría instalar una de sus embajadas en su propia capital, Washington DC. El desajuste que padece con la realidad es tal, que lo están llevando a ejecutar acciones cada vez más temerarias. El país norteamericano vuelve a demostrar que se niega a aceptar la realidad y entra en la espiral de morir matando.
Al más reciente capítulo lo dictó Mike Pompeo en el Insituto Hoover de la Universidad de Stanford. Declaró que el general iraní Qasem Suleimani fue asesinado como parte de una estrategia más amplia para disuadir los desafíos de los enemigos de EEUU, y que también aplica a China y Rusia.
"Una cuestión es la eliminación de grupos terroristas, pero cuando estamos hablando de la eliminación de una alta autoridad militar del país que sea […], no deja de ser un asesinato de Estado", afirma el Dr. en Historia y Dr. en Derecho José Luis Orella.
¿Quiénes celebraron este asesinato, y quiénes no?
"Yo creo que se han pasado una línea roja muy importante en el sentido de que se abandona la diplomacia, se acerca a la política de fuerza, y desde luego nos hace recordar un poco al siglo XIX, donde la fuerza de las personas no está en la diplomacia, sino en el arsenal que tu dispongas, y eso es muy peligroso", sentencia el también profesor titular de la Universidad CEU San Pablo.
"Si no hubiera tensiones, si recientemente no hubiera habido una escalada en la región, esos canadienses estarían ahora en sus hogares con sus familias", dijo en una entrevista que concedió a Global News.
En su misma acera se posicionó el nuevo ministro de Universidades de España, Manuel Castells. En una tribuna publicada en el periódico La Vanguardia, se puede leer:
"Soleimani era un héroe simbólico, pero las Brigadas Al Quds no desaparecen con él, ni los ataques que estuvieran preparando. Parece evidente que [el asesinato] es una manipulación política para diluir los efectos del proceso de impeachment en el Congreso de Estados Unidos el mes que se inicia la campaña electoral. Los demócratas ya están a la defensiva. Es obvio, cínico, repugnante. Y todos, en todo el mundo, podemos pagar las consecuencias".
"Tiene muchas consideraciones de sentido común, en el sentido de que Soleimani para su país es un héroe, es un patriota, porque lo que él hacía era intentar relanzar a su país como una de las grandes potencias regionales", subraya Orella al respecto.
"Rusia a nivel de Oriente Próximo tiene muy buenas cartas porque se apoya en el Gobierno sirio, se lleva bien con los iraníes, pero se lleva bien también con los turcos, con los árabes saudíes no deja de llevarse bien también con contratos económicos, y con Israel desde luego por la fuerte presencia de judíos originarios de su propio país", subraya el Dr. José Luis Orella.