Esta efeméride toma a Alemania en plena convulsión política y social de una dimensión tal, que tiene a Dresde, una ciudad tan emblemática en lo que representó este 'paso de pantalla' que tuvo lugar en 1989, con una "declaración de estado de emergencia nazi".
El columnista de Sputnik y exdirector de Euronews, Luis Rivas, rememora aquel momento con la frescura de lo vivido de cerca. "En primer lugar hay que recordar que la caída del muro se produjo, no por una decisión oficial que fuera lanzada públicamente por el Gobierno de la [entonces] República Democrática Alemana de esa época, sino que en el origen estuvo algo anecdótico como fue la declaración en una conferencia de prensa donde un periodista preguntó 'a partir de cuándo se podría pasar sin problemas hacia el oeste'. Y en un momento de duda, los oficiales de la Alemania del Este que estaban ahí, dijeron que a partir de esa misma tarde".
Rivas explica que en un principio se pretendía que la política de unificación fuera algo gradual, pero que por intereses de los cristiano demócratas alemanes, Helmut Kohl aceleró para su beneficio en las primeras elecciones llevando a una paridad total al marco alemán del oeste y del Este. Algo que desató "la euforia de los ciudadanos de la Alemania del Este que votaron masivamente a la CDU, el partido cristiano demócrata de Kohl de la parte Este"."Si por una parte los alemanes del Este en su mayoría quería que el muro desapareciera y estaban eufóricos con la recuperación de las libertades que creían que habían perdido, desde el punto de vista económico no fue tan fácil porque la terapia de choque para convertir la economía de la parte Este y equipararla al oeste fue tan brutal que supuso millones de personas en paro [desempleo], un éxodo masivo de trabajadores hacia el oeste, y que 30 años más tarde estamos viendo las consecuencias", señala Rivas.
Consecuencias
Los últimos acontecimientos en Alemania que escapan al control del Gobierno, muestran que tras la caída del muro de Berlín hay cuestiones que no se han resuelto del todo en la sociedad germana.
Rivas señala que actualmente "estamos viendo que después de 30 años la antigua Alemania del Este todavía no se ha recuperado de esa terapia de choque, de esa —lo que llaman algunos también criticando ahora mismo— 'anexión económica' de la Alemania del oeste hacia la parte oriental, y que supuso un choque no solamente social, económico y psicológico para los antiguos alemanes del Este".El analista incide en que la forma en que esto se traduce en la actualidad es fácilmente comprobable "en los Länder del Este donde se impone electoralmente y donde tiene mayor auge el movimiento Alternativa para Alemania, el más nacional populista y más radical de la derecha que está subiendo en cada elección de cada Land y que su representación en el Bundestag —el Parlamento alemán— es cada día mayor".
El periodista indica también que esta situación se traduce en que aún más a la derecha de Alternativa para Alemania "están surgiendo grupos nazis —porque yo no les llamaría neonazis, sino que son nazis—, y que están amenazando también a los extranjeros, a los inmigrantes y también a los políticos locales".
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