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Cataluña: protestas y caos como un tsunami

Cataluña: protestas y caos como un tsunami
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Como mareas humanas. Así salieron a las calles de Cataluña miles de ciudadanos en protesta contra la sentencia del procés que determinó penas de cárcel que van desde un mínimo de nueve hasta un máximo de trece años para los líderes independentistas. La justicia española sentenció a todos como culpables de sedición y a algunos les sumó malversación.

Caos en la red

El conocido como Tsunami Democràtic fue el diapasón para afinar y afiatar las movilizaciones populares en toda esa comunidad autónoma. En el caso de la capital, Barcelona, tuvieron lugar en varios puntos, pero muchas de ellas convergieron en la central Plaza Cataluña.

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Barcelona se sumerge en protestas por el resultado del procés
Lo que vino después, fue el caos. Con una organización calculada al milímetro y al minuto, y a la voz de Tothom a l’aeroport [Todos al aeropuerto], consignas que llegaban a todos los participantes mediante mensajería instantánea en sus teléfonos móviles y amplificada con cartelería que surgía de mochilas y bolsos de los manifestantes, comenzó un éxodo hacia la terminal aeroportuaria de Barcelona.

Cortar el transporte público con destino al aeropuerto, ya fuera tren, metro o autobuses, fue el primer cordón sanitario implantado para que los marchantes la tuvieran complicada para arribar a El Prat. Pero mientras se tapaban la cabeza, se destapaban los pies: centenares de viajeros que tenían sus vuelos programados se empantanaban en la ciudad condal sin que nadie ofreciera soluciones.

"No sabemos cuándo se retomará le servicio", decían los funcionarios de los trenes de cercanías ante la incredulidad de extranjeros. Mientras, desde el aeropuerto llegaban las noticias de que el tránsito de la autovía que comunica a la Terminal 2 [T2] con la Terminal 1 [T1], estaba cortada para coches y autobuses.

Los pasajeros que arribaban en tren, debían pasar dos controles policiales con pasaporte y billete de avión en mano, de lo contrario no podían acceder a la T2, la que queda más cercana a la terminal del tren. Pero quienes debían abordar su vuelo en la T1, en la casi totalidad de los casos tuvieron que caminar arrastrando sus maletas durante aproximadamente una hora, que es el tiempo que lleva recorrer ese trayecto a pie.

​Y quienes arribaban en vuelos al aeropuerto no la tenían más fácil: debían hacer lo mismo, pero en sentido contrario. La causa de este caos instalado en la logística de los viajeros, yacía en los marchantes que se arribaron a la T1 para entorpecer su funcionamiento a modo de protesta.

Razones de un lado y del otro

Los marchantes coincidían en su discurso: "Hoy es un día muy importante para la gente que tenga que salir a la calle a demostrar que lo que estamos viviendo es una injusticia y que la gente que está en la cárcel no merece estar ni un segundo más", dijo Marc.

​Mientras, Antoni incidía en que "estamos en un día muy importante porque injustamente han condenado a unos políticos que fueron detenidos y encarcelados por organizar un referéndum y dar voz y voto al pueblo de Cataluña que lo único que quería era decidir sobre su futuro dentro de España o fuera de ella".

"Es un golpe tremendo para derrotar las aspiraciones democráticas del pueblo de Cataluña que votó masivamente por la república y me parece que también es un intento de acabar con esta lucha que ha sido masiva y ejemplar y por eso tomamos las calles en toda Cataluña para mostrar nuestro rechazo a esta sentencia", manifestó Coral.

En tanto, el Coordinador de la Secretaría de Ciudadanía y Diversidad del Partido de los Socialistas de Cataluña [PSC], Ernesto Carrión, al referirse a las movilizaciones de este 14 de octubre y en general al procés, afirma que es un "movimiento que está impulsando un porcentaje de la población de Cataluña en cuanto a su independencia".

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Cataluña: una sentencia que no convence a nadie
"Cabe recalcar que en Cataluña vivimos siete millones y medio de personas y que al movimiento independentista se le está dando una amplitud de 2 millones personas aproximadamente. Por lo tanto, hay muchas más personas que están de acuerdo en continuar en España como hasta ahora", observa.

"En ningún caso se critica el hecho y la libertad que tiene en todo su derecho —puesto que vivimos en un país democrático— el movimiento independentista de llevar adelante sus reivindicaciones. Como podemos ver que algunos partidos como Vox, el Partido Popular y Ciudadanos que quisieran centralizar aún más España, y algunos de estos partidos quieren acabar hasta con las autonomías. Y de la misma manera tenemos el mismo derecho el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE, y en este caso el Partido de los Socialistas de Cataluña, de reivindicar de tener una España federal", concluye Ernesto Carrión.

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