Israel y Jordania ya dieron la primera probadita real de la victoria de Siria sobre sus enemigos. La degustación tuvo lugar en los dos pasos fronterizos reabiertos tras varios años de estar cerrados por el conflicto iniciado en 2011 y que buscaba derrocar a Asad, y someter Damasco a designios extranjeros. Fungieron como testigos en las ceremonias de apertura, militares y representantes de la ONU.
Y mientras el punto de Nasib tiene una importancia estratégica en la economía siria que se puede medir en miles de millones de dólares por conectarla con países del golfo Pérsico, con Turquía, y de allí a Europa, el de Quneitra tiene más bien un peso geopolítico.
El analista internacional Juan Aguilar, ve en esto "un síntoma clarísimo de que comienza a retornar la normalidad (…) de que la guerra en Siria está empezando a tocar su fin, no sólo porque las victorias del Ejército sirio y sus aliados hayan ido recuperando palmo a palmo todo el territorio, sino porque la vida de alguna forma vuelve a la normalidad".
El analista incide en que hay más síntomas, como el retorno de refugiados, la realización de la Feria Internacional de Comercio Empresarial que ha habido en Damasco, y las discusiones internacionales respecto al tema de su reconstrucción.
Por otra parte, el experto subraya que "el punto fronterizo de Nasib es incluso más importante para el comercio de Siria. Esto viene a reforzar la sensación de que estamos ante una sensación ya terminal respecto al conflicto".
Mientras, Turquía ha solicitado un aplazamiento temporal del patrullaje de la zona desmilitarizada en la provincia de Idlib programado para este 15 de octubre, al esgrimir razones de seguridad. Y es que parte de los combatientes extremistas que debían haberse marchado de la zona con fecha límite precisamente este lunes 15 de octubre, decidieron adentrarse en la región sin entregar las armas, según declaró a Sputnik una fuente de la oposición.
"Esos grupos terroristas saben perfectamente que tienen las horas contadas. O se avienen a entregar las armas y desmilitarizarse y salir del país, o buscar algún tipo de amnistía, o lo único que van a conseguir es que no solamente la potencia del Ejército sirio y sus aliados rusos y la milicia de Hezbolá, sino que el propio Ejército turco, es el que los va a aplastar. Lo que se puede deducir de esta forma de actuar es que de alguna manera están buscando algún beneficio, intentando forzar una amnistía, o poder ir a Turquía o algún otro sitio. Lo que hacen es 'buscar una garantía' y es normal", indica Aguilar.
En este contexto, el pasado 13 de octubre terroristas del ISIS (proscrito en Rusia y otros países) atacaron un campamento de refugiados en zona de El Bahra en el este de Siria y capturaron a 700 personas, según informó el jefe del Centro Ruso para la Reconciliación, Vladímir Sávchenko. Añadió que "ante la inacción de grupos proestadounidenses los terroristas tomaron bajo su control total una franja de 20 kilómetros a lo largo de la orilla oriental del río Éufrates entre las localidades de Hajin y Al Sousa".
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Sávchenko denunció que la llamada coalición internacional liderada por EEUU, y las milicias kurdas, controlados por el Pentágono, limitan sus supuestos combates contra el ISIS al sur de Deir Ezzor, sin adoptar medidas reales para erradicar a los terroristas.
"Si alguien queda de inteligente en el manicomio de la Casa Blanca verá que esta guerra ya es imposible de ganar. ¿Quieren mantener la tensión por alguna razón? Tal vez, pero ni Israel respira en este momento. Las cosas ya han llegado a un punto en el que más les valdría decir 'esto se ha acabado, recogemos y nos vamos'", sentencia Aguilar.
Y como dando a entender que Israel tomó nota y finalmente se decidió a asumir su verdadero rol en la región tras el derribo del avión ruso de reconocimiento IL-20 el pasado mes de septiembre –de lo que Moscú responsabilizó a Tel Aviv–, Natanyahu señaló que los contactos con Putin ayudan a "superar los retos más difíciles" en la región de Oriente Medio y son "importantes para la seguridad de Israel".
Aguilar opina que a Israel ya le quedan pocas cartas que jugar.
"Su argumento de siempre para interferir en el conflicto sirio intentando que se incendiara más y que ese incendio llegara hasta Irán, es lo que ha intentado siempre. Pero cuando ya la zona fronteriza, que son los Altos del Golán, vuelven a estar bajo el control de Naciones Unidas y con la presencia de tropas rusas, es muy difícil argumentar que allí están las milicias iraníes, o que Hezbolá se va a infiltrar por ahí para atacar a Israel. No tiene ningún sentido, por lo tanto se le acaban los argumentos".
"Prueba de ello es que después de esas conversaciones que dice Netanyahu tener con Putin a diario, o todas las tardes, la realidad es que ya no ha habido ni un solo avión israelí que haya lanzado ni un petardo de feria hacia Siria. Y eso es por algo", concluye Juan Aguilar.
