La capital filipina fue uno de los escenarios del naufragio norteamericano. El anfitrión de Trump, el presidente Rodrigo Duterte, cuyo país preside ahora la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), le bajó el pulgar a las pretensiones del inquilino de la Casa Blanca.
La larga alianza de Manila con Washington no bastó para que Duterte rechazara la idea de aumentar la presión sobre Pekín en sus disputas marítimas con otros países ASEAN. Así, la gira por la ahora denominada por Washington, región Indo-Pacífico, resultó en un fracaso para las intenciones del país norteamericano.
Esto no es una sorpresa para el columnista de Sputnik y exdirector de Eurnews, Luis Rivas.
"La visita de Trump a la cumbre de Vietnam era ya complicada porque desde el momento en que EEUU se retira de los acuerdos de libre comercio en la zona, su poder disminuye, porque es una manera de decir que se desentiende de zonas comerciales en el mundo y que se recoge sobre sí mismo".
En este sentido, Serguéi Strokán, del periódico Kommersant escribió que la gira de Donald Trump por Asia mostró que China se está convirtiendo en líder indiscutible de la región, mientras que EEUU pierde resortes y potencial para afirmar su dominio allí.
Para Rivas, "está claro que EEUU pierde terreno de influencia internacional por el hecho también de que Donald Trump basó su campaña (electoral) y basa su presidencia en afirmar, como él dice, que primero se ocupa de EEUU y después del exterior. Con lo cual hay una dicotomía entre lo que EEUU como poder internacional, como potencia extranjera pretende todavía en Asia, y la realidad de una presidencia que está enfocada hacia el interior".