Jared Kushner, yerno y asesor del presidente de EEUU, Donald Trump, se mostró complacido de jugar prácticamente de local en campo ocupado por Israel. Allí, casualmente, o causalmente, lo citó el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Un lugar con obras preparatorias para ampliar la colonia judía de Karmiel, al sur de Hebrón, en la Cisjordania ocupada, fue el escenario elegido por el premier israelí para recibir al enviado de la Casa Blanca.
La excusa dada por la Casa Blanca para justificar esta gira de intentar desbloquear el estancado proceso de paz entre israelíes y palestinos, no lució muy creíble al tener en cuenta las escenografías que recorrió el alto funcionario norteamericano en su periplo.
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Al respecto, el periodista y analista internacional Pablo Jofre Leal señala que "Palestina es un elemento secundario en este momento para Israel, pero que le da la importancia que tiene en función de sus intereses y objetivos superiores: el temor al avance iraní en la zona fronteriza a la Palestina histórica ocupada por Israel".
"Dicho esto, aquí lo que estamos viendo es una situación en la cual la administración Donald Trump efectivamente ha enfocado el objetivo palestino de lograr su autodeterminación de una forma distinta, dándole pleno apoyo a Israel. Así lo ha dicho Donald Trump expresamente tratando como un socio prioritario en la visita que efectuó en mayo pasado a Arabia Saudí", observa el periodista.
Para el analista internacional, "esto significa negar cualquier posibilidad de establecimiento del Estado Palestino, porque se está cortando a Cisjordania en dos, a través de los múltiples asentamientos en zonas que los acuerdos de ONU del año 1993 había establecido que eran zonas administradas por la autoridad nacional palestina".
Unas demandas que no fueron respondidas por Putin públicamente, pero que sí recibieron una respuesta diáfana por parte del embajador de Rusia en Israel, Alexander Shein, quien dijo que Moscú "tiene en cuenta los intereses israelíes en Siria", y que "si fuera por Rusia, las fuerzas extranjeras no se quedarían". El aviso para navegantes fue muy claro. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Jofre Leal opina que esta manifestación de Shein "es un mensaje claro y directo, pero que tiene un trasfondo inteligente. Estamos hablando de que todas las tropas extranjeras en Siria. Implica primero todas aquellas que han sido financiadas, armadas, avaladas, organizadas y desarrolladas por Occidente. Todos los grupos terroristas que actúan en Siria, (…) donde los principales son Daesh y Fatah Al Sham, (…) han tenido el apoyo económico y militar de países como EEUU, de Occidente a través de la OTAN y sus aliados regionales: Turquía, Arabia Saudí, las monarquías del Golfo Pérsico, y la propia Israel".
"Por tanto, cuando uno habla del retiro de todas las tropas, significaría la necesidad de que cese el apoyo a todos estos grupos terroristas, de que se retire la coalición internacional, así como todos los elementos y asesores de Occidente en Turquía y otros países de la región, como Jordania, Israel, Arabia Saudí, las monarquías del Golfo Pérsico", señala el experto.
"La situación en Siria es muy distinta desde el plano del apoyo ruso e iraní, a la presencia de tropas extranjeras. Han sido convocados (Rusia e Irán) a partir de la decisión legítima de un Gobierno legítimo, que ha llamado a apoyar a una sociedad que ha sido agredida e invadida, por elementos terroristas", concluye Pablo Jofre Leal.