Rápido y furioso. Así trabaja el establishment, que nunca apoyó a Trump, y que poco a poco le va tumbando todos sus colaboradores, su gente de confianza de la que se rodeó para tomar su sitio en el Despacho Oval y poder cristalizar sus ideas.
Como fichas de dominó. Así van cayendo uno a uno los integrantes del equipo del presidente Donald Trump: Micheal Flynn, asesor de seguridad; Mike Dubke, director de comunicación; Stephen Bannon jefe de estrategia de la Casa Blanca; Walter Schaub, director de la Oficina de Ética del Gobierno; Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca. Ya Vincent Viola, elegido por Trump, como secretario del Ejército, había renunciado antes de asumir el cargo. Etc, etc.
Asimismo, Mark Kasowitz, abogado de confianza de Trump, y su portavoz, Mark Corallo, abandonaron el equipo legal que defiende al mandatario ante la investigación del Departamento de Justicia sobre los presuntos nexos de su campaña con el Kremlin.
Mientras, el fiscal general está en "plena campaña" pertinaz de decepciones al jefe de Estado norteamericano, para quien Jeff Sessions "tomó una posición muy débil" respecto a Hillary Clinton, no sin antes (des)calificarlo a través de Twitter como alguien "débil" y "acorralado". Así está el "Estado profundo" de las cosas en la tierra del Tío Sam.
El último nombre en salir del bolillero es el del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, quien podría abandonar su cargo a finales de año a más tardar, según la CNN. Y si la CNN lo dice, debe ser verdad… ¿o no? ¿O estaremos ante otra de las fake news desestabilizadoras?
Una larga lista de diferencias con Trump que va en aumento, incluida la política respecto a Irán y el personal, esgrimió el domingo la CNN como razones para la espantada de Tillerson.
Ana Teresa Gutiérrez del Cid, profesora del Departamento de Cultura y Políticas de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco, explica que "desde que perdió (las elecciones) Hillary Clinton y subió inesperadamente — para la propaganda mundial que se manejaba — Donald Trump, lo que hemos visto es una nueva etapa de Macartismo. Se ha acusado a la gente cercana a Donald Trump de haber tenido tratos con Rusia, cuando todos los diplomáticos tratan con los representantes de otros países, y los políticos también".
La analista observa que "fueron dos dinastías las que quedaron fuera (del poder tras las elecciones): la de los Clinton y la de los Bush cuando Donald Trump sube al poder. Y a pesar de que Trump pertenece a los republicanos, (…) dentro del partido tiene muchos oponentes".
"La élite estadounidense que no quiere perder el poder, que no quiere dejar todo ese flujo de ganancias que le dan las guerras y la utilización de la mano de obra y la materia prima baratas en países de poco desarrollo, ha hecho que esta campaña Macartista se haya magnificado de tal manera, — aunada a las torpezas de Trump, como el nepotismo de meter a su familia (en la Casa Blanca) —, ha hecho que la guerra contra Trump sea despiadada por parte de esta élite donde están los neoconservadores, unidos con los Servicios de Seguridad, sumados a parte del complejo militar industrial", señala la profesora Gutiérrez del Cid.
Desde antes de asumir el cargo de presidente, el equipo de Trump comenzó a sufrir bajas. En este sentido, la experta explica que "se da esta situación en donde primero le quitaron a su asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, después a Stephen Bannon (jefe de estrategia de la Casa Blanca), posteriormente a (Jeff) Sessions que se niega a cooperar en la investigación de si hubo o no participación de Rusia en las elecciones, y ahora esta noticia de la posible dimisión de Tillerson".
Y es que una de las promesas electorales del entonces candidato republicano Donald Trump fue la de normalizar los vínculos con Rusia y establecer buenas relaciones con su presidente, Vladímir Putin.
Además: Moscú responde a las aspiraciones de Trump de mejorar las relaciones con Rusia
En este sentido, y respecto a la bomba que lanzó la CNN sobre la posible dimisión de Rex Tillerson, la profesora incidió en que aquí "hay que ver que también la CNN y muchos medios, como el New York Times, son demócratas básicamente y le están haciendo una guerra enorme a Trump".
"Todo esto ha logrado que se desestabilice, o por lo menos que se distraiga de sus metas previas la administración Trump, y que se haga imposible un acercamiento y un arreglo de relaciones con Rusia", concluye Ana Teresa Gutiérrez del Cid.
