Armamento pesado y de alta tecnología. Es lo que recibirán los kurdos sirios de parte de EEUU. Una decisión extraña para alguien que en su momento pretendió ser el bombero del conflicto en el país árabe al anunciar que su nación abandonaría las aventuras guerreristas fuera de fronteras.
"La entrega de ayuda militar a las YPG (Unidades kurdas de Protección Popular) por parte de Estados Unidos daña nuestras relaciones estratégicas y se lo diré a Trump en nuestra próxima reunión", dijo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en una rueda de prensa en Ankara.
El periodista y analista internacional Juan Aguilar explica que "aquí se cruzan los planes estratégicos que se refieren al propio conflicto en Siria e Irak con el Estado Islámico, y las tensiones con Turquía". Algo que ocurre porque "los objetivos son distintos".
Estos planes chocan, opina el analista, y lo fundamenta. "Cuando el plan para derrocar a Bashar Asad pasaba por una especie de insurrección o de 'revolución de color', con una denominada 'oposición siria' fantasmagórica, que acabó en una especie de guerra civil, esa fase fracasó, se acabó. Entonces lanzaron la segunda fase de este caos controlado que era estimular más a las fuerzas que estaban apoyando Arabia Saudí y los países del golfo, que era el Frente Al Nusra, o sea, Al Qaeda, y el Estado Islámico".
"Lógicamente, con el transcurso del tiempo y el apoyo ruso y de otros aliados al Gobierno sirio, esta fase está también prácticamente acabada, y su punto final puede ser la conversación de Trump con Putin, aceptando el acuerdo establecido en Astaná, con Irán y con Turquía para crear una zona de seguridad lo cual permite al Ejército sirio concentrarse en los frentes que son estratégicos", explica Aguilar.
Lea más: Ankara: Turquía "está combatiendo con éxito el terrorismo" sin kurdos
El envío de armas pesadas a los kurdos por parte de Washington, ha sido interpretado como una advertencia, o incluso una amenaza por parte de Trump a Erdogan. Aguilar sostiene que "EEUU tiene la llave ahora mismo para subir o bajar la presión sobre Erdogan. Puede subir la presión apoyando a los kurdos, por tanto amenazando la propia estabilidad interna de Turquía, o puede bajar la presión limitando ese apoyo y tranquilizando a Ankara".
En esta partida endiablada de ajedrez, como lo entiende Juan Aguilar, "el único que de alguna forma tiene la forma de manejar los tiempos, las distintas variables, de tratar con todos los actores, es Putin y sus aliados, fundamentalmente Irán. Porque sus objetivos han estado claros desde el principio, el apoyo a Siria ha sido evidente y sin fisuras, hay intereses geopolíticos muy importantes, que van desde El Líbano hasta el centro de Asia, y tiene abierta comunicación con todos los actores: con Erdogan, con los kurdos, con Siria, y ahora con Washington", explica.
Lea también: Los kurdos sirios aplauden la decisión "histórica" de EEUU
"Con lo cual, dependerá mucho efectivamente de el buen hacer de la diplomacia rusa, y en eso ya han dado pruebas de que Lavrov es un auténtico genio, y es quien puede llevar a una situación de estabilidad a la zona y que acabe el conflicto".
"El problema es cómo darle un salida airosa, sobre todo a EEUU, porque es posible que no consiga ninguno de los objetivos que se habían planteado incialmente", sentencia Juan Aguilar.