Hay una fecha exacta que marca un claro antes y después en la actitud hacia Donald Trump. Se trata del 7 de abril, cuando EEUU lanzó 59 misiles de crucero contra una base aérea siria en represalia por un presunto ataque químico perpetrado por el Ejército de Bashar Asad, hecho que no fue comprobado.
Esa acción de EEUU, calificada por el presidente ruso, Vladímir Putin, como "una violación de la legislación internacional" y "una agresión contra un Estado soberano" basada "en un pretexto fabricado", recibió fuertes aplausos de quienes tanto defienden la supremacía del derecho sobre la fuerza.
En este contexto, es muy ilustrativo el comportamiento del diario El País de España, que, tras hacer hasta lo imposible para desprestigiar al inquilino de la Casa Blanca y a su familia, escribió lo siguiente tras el ataque norteamericano a Siria: "Cuatro minutos bastaron a Donald Trump para erigirse en guardián del orden mundial".
El periódico no dudó en calificar ese acto de guerra como la "primera victoria política" del multimillonario y dijo entusiasmado que "EEUU, con Trump a la cabeza, está dispuesto a disparar contra quien cruce sus líneas rojas".
Los siguientes pasos del presidente estadounidense, como el lanzamiento de la llamada "madre de todas las bombas" sobre Afganistán o la expresada determinación de atacar a Corea del Norte, convirtió a Trump en el niño de los ojos de los medios occidentales, que pasaron a elogiar todos sus movimientos.
Incluso la tan criticada decisión de construir un muro fronterizo entre EEUU y México ya no es considerada como algo malo por El País, que acaba de publicar un texto titulado "Los expertos en la frontera abrazan el muro de Trump".
El analista venezolano Alfredo Hurtado constata en un reciente artículo que "Trump, luego del ataque criminal a Siria, empezó a caerle simpático a los medios que hasta hace poco emprendían una guerra mediática intensiva en su contra".
El autor prosigue que la prensa dominante publica "encuestas donde coloca su popularidad por encima del 50%, números contrarios a los publicados hasta febrero de este año".
"¿La guerra de verdad puede mejorar la popularidad de un presidente de EEUU obviando los asuntos internos?", se pregunta el analista.
En entrevista con Radio Sputnik, Alfredo Hurtado indicó que el radical cambio de tono hacia Donald Trump puede considerarse como un caramelo al presidente estadounidense por su buen comportamiento. Y es que "ha claudicado ante la presión del complejo militar industrial y de los medios de comunicación".
El escritor argentino Guadi Calvo, especialista en África, Oriente Medio y Asia Central, comparte esta opinión.
"Finalmente, Trump accedió al pedido del establishment y de la industria armamentística de EEUU", dijo el analista.
