"Donald Trump es descaradamente estúpido, un gamberro, un perro, un cerdo. Es un gilipollas, un artista de mierda, un chucho que no sabe de lo que está hablando. Es un idiota. Es un desastre nacional. Es una vergüenza para EEUU. Me gustaría darle un puñetazo en la cara". Durante varios días estas declaraciones del famoso actor estadounidense Robert de Niro ocuparon las portadas de los medios dominantes.
Estas afirmaciones son una auténtica hipocresía, según muchos analistas, quienes coinciden en que los hechos demuestran que son los medios dominantes los que continúan el legado del Tercer Reich. Y es que fueron las publicaciones como las de la BBC que incidieron en el reciente ataque a una oficina de Donald Trump, cuando se lanzaron cócteles mólotov contra un local del Partido Republicano en Carolina del Norte.
Los intentos de Hillary Clinton de desmarcarse del incidente no convencen a muchos. Y es que las filtraciones de Wikileaks no dejan lugar a dudas de que los principales medios occidentales están al servicio de la candidata demócrata. En particular, se dio a conocer que el diario estadounidense Politico no publica los artículos sobre Clinton antes de que sean aprobados por su protagonista.
De acuerdo a Wikileaks, la aspirante a la presidencia está tan acostumbrada a dar órdenes a la prensa que no pudo contener su ira por la entrevista que le hizo el canal estadounidense NBC, durante la cual tuvo que responder a algunas preguntas que no fueron acordadas previamente. Se informa que Hillary Clinton llamó al jefe de la redacción política de NBC para expresarle su indignación por la incómoda situación en la que se encontró.
