En lo que sí coincide la prensa, incluso occidental, es en que el creador del primer Estado socialista en América Latina merece gran respeto. En este sentido, se destaca la fidelidad de Castro a sus ideales y su rechazo a las injusticias que ocurren en el mundo, a las cuales denuncia a través de sus artículos que siempre tienen un gran eco.
Y en lo que difieren los medios internacionales es en la evaluación del legado del Comandante. Los críticos señalan que los procesos progresistas en América Latina, que habrían sido imposibles sin el ejemplo sentado por el expresidente cubano, están casi agotados. En este contexto, citan casos como el de Argentina o Brasil, donde las fuerzas de derecha lograron desplazar a las de izquierda, algo que podría ocurrir también en Venezuela, Bolivia y otros países de la región.
Estas afirmaciones tendrían fundamento, opina Miguel Manzanera Salavert, miembro de la dirección política del partido Izquierda Unida de España. “Parece que el ciclo progresista está un poco agotado”, sostiene el también doctor en filosofía, al afirmar que “se está produciendo un cambio de situación en América Latina que es preocupante, porque supone la vuelta de las élites neoliberales que han saqueado” esa región.
Refiriéndose a las causas de dicha situación, Miguel Manzanera Salavert sostiene que las políticas como las que “han estado llevando” Dilma Rousseff en Brasil o Cristina Fernández de Kirchner en Argentina “no han sido realmente transformadoras”.
Sí que estas políticas “han supuesto un cambio importante en favor de las clases más débiles”, pero no se consiguió “crear una economía alternativa”, dice el político. Por esta razón, esas naciones “han seguido siendo dependientes de las grandes multinacionales” que “han conseguido incrementar su penetración” en sus economías y fortalecer el “dominio” de sus recursos.
De acuerdo a Miguel Manzanera Salavert, “ha sido una especie de pacto entre unos Gobiernos de izquierda que querían redistribuir una parte de la riqueza hacia los más pobres”, y “los grandes propietarios, los grandes dueños del capital que cedían en ese aspecto a cambio de seguir disfrutando de unas rentas importantes”.
La desestabilización en América Latina es consecuencia del descontento de “los grandes oligarcas” por la intención de los Gobiernos de izquierda de avanzar hacia el “socialismo del siglo XXI”, por lo que “los dominantes” decidieron “romper el pacto”, indica el interlocutor de Radio Sputnik.
No obstante, se muestra convencido de que “todavía el proceso no ha terminado”. En este sentido, argumenta que “en Venezuela hay una resistencia importante para ceder el poder a la derecha”, lo mismo sucede en Argentina y Brasil.
“Puede ser que haya una fase de repliegue, pero creo que en América Latina se puedan retomar las cosas”, concluye Miguel Manzanera Salavert.
