Súrovtsev, autor de más de 50 monumentos en 16 países del mundo, entre ellos Alemania, Australia, Bélgica, EEUU, Francia, Países Bajos y sobre todo Rusia, ya tiene hecha la maqueta del monumento que mostró al reportero de Radio Sputnik en su estudio ubicado en pleno corazón de Moscú.
En ella, José Martí aparece montado en un caballo. Súrovtsev explica que de esta manera quiere mostrar la faceta heroica de Martí, quien murió en el campo de batalla por la independencia de Cuba. Al mismo tiempo, la expresión de su rostro y la plástica de su cuerpo no dejan lugar a dudas de que se trata de un gran poeta, filósofo y romántico.
De acuerdo al escultor, en el pedestal del monumento serán grabadas citas poéticas de José Martí.
El artista espera que su obra sea levantada cerca de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, que alberga a la mayor parte de los estudiantes extranjeros que llegan a Rusia, entre ellos cubanos.
"Los monumentos ecuestres siempre atraen mucha atención y creo que esta obra podría convertirse en un punto de encuentro para la celebración de conciertos o veladas poéticas. Sabemos que José Martí fue un gran admirador del poeta ruso Alexander Pushkin, así que el monumento simbolizaría también la interrelación de las culturas de Cuba y Rusia", dijo Súrovtsev.
Entre los objetivos que se plantea el escultor es hacer que la figura de José Martí sea tan conocida en Rusia como la de Ernesto "Che" Guevara.
"Mi idea es crear un monumento romántico y a la vez enérgico que pueda conquistar a los jóvenes, quienes, como sabemos, son nuestro futuro. A través de las frases que serán grabadas en el pedestal, los jóvenes se acercarán a las ideas de José Martí, algo que ayudaría a formar personas inteligentes y democráticas", señaló Súrovtsev.
La instalación del monumento a José Martí en Moscú tendría también un importante significado político, opina el artista.
"La figura de José Martí tiene mucho simbolismo para los cubanos y los demás pueblos de América Latina. En los últimos años, gracias a Dios, se intensificaron los contactos entre Rusia y las naciones de la región. En este contexto, podemos recordar las recientes visitas a países sudamericanos del presidente ruso, Vladímir Putin, y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill. El monumento simbolizaría este acercamiento mutuo, así como la importancia que concede Rusia a la cooperación con Latinoamérica", indicó el escultor.
Además de diplomáticos cubanos, "habría que invitar a la inauguración del monumento a representantes de Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia y los demás países de la región, donde viven unas 500 millones de personas", manifestó Súrovtsev.
"Sin duda, una mayor cooperación política y económica beneficiaría a todas las partes, y para que sea más fructífera nuestra cooperación, es necesario desarrollar los lazos culturales, en lo que espero contribuir con el monumento a José Martí", subrayó.
En palabras del escultor, de ser aprobada la maqueta del monumento, la creación de la obra final, cuyo tamaño será una vez y media de la escala natural, tomaría un año y medio. Pero esto en caso de que se logre encontrar la financiación necesaria.
Súrovtsev espera contar con el apoyo de los círculos empresariales y diplomáticos rusos y latinoamericanos, y se muestra abierto a cualquier propuesta. En este sentido, el artista deposita muchas esperanzas en su exposición personal a celebrarse el próximo noviembre en la Cancillería rusa. Y es que al evento asistiría el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien reiteró en muchas ocasiones que América Latina es una de las prioridades de la política exterior del Kremlin.
Súrovtsev planea regalar al jefe de la diplomacia rusa una réplica en miniatura del futuro monumento a José Martí, esperando que sea de su agrado.
