Pero corre con ventaja por pertenecer al establishment de Washington, una cualidad con la cual no está adornado su más que probable adversario en las elecciones de noviembre, Donald Trump.
Con lo que tampoco está adornado Trump es con la diplomacia, y se toma la licencia de lanzar todo tipo de descalificaciones contra propios y extraños en cada ocasión. Cosas por las cuales es condenado y calificado como “traidor del establishment”.
Para el periodista mexicano Arsinoé Orihuela Ochoa, no resulta extraño que “las detracciones de Donald Trump provengan de ciertos círculos privilegiados o de grupos de poder nacional e internacionales”.
Ochoa sentencia que lo que “no es razonable” es que “contra Hillary las críticas sigan un tenor más terso u omiso”, y aunque considera intolerantes y racistas las vociferaciones xenófobas de Trump, opina que Hillary Clinton es “más peligrosa para América Latina”.
Ante este panorama, la incógnita es saber cuál de los dos candidatos será el mejor para los intereses del resto del mundo.
El profesor de Economía Política de la Universidad del País Vasco, Joaquín Arriola, entiende que no será lo mismo que sea presidente o Clinton o Trump, ni para EEUU ni para el resto del mundo.
El analista indica que da la impresión de que Hillary Clinton, a tenor de lo que ha manifestado en la campaña electoral, va a seguir la línea tradicional del establishment demócrata. Es decir, una combinación de neo guerra fría y nuevas batallas comerciales que intentan mantener la hegemonía de EEUU en el mundo.
Por el contrario, según Arriola, la presencia de Donald Trump supone una incógnita muy importante, pues más allá de los aspectos folclóricos que representa su “personaje”, lo cierto es que no forma parte del establishment político norteamericano y es lo que explica que tanto los sectores Demócratas como los Republicanos estén espantados ante la posibilidad de que triunfe.
Arriola afirma que la diferencia entre las estrategias Demócrata y Republicana en este sentido es el énfasis mayor o menor que ponen en el aspecto militar o comercial. Donald Trump, desde el punto de vista de los intereses del mundo, probablemente sea el más favorable para llegar a nuevos tipos de acuerdos y nuevas ententes en el escenario internacional, afirma Arriola.