En su discurso ante el Parlamento del país eslavo, Biden reiteró que EEUU nunca reconocerá la reincorporación de Crimea a Rusia, y no descartó un endurecimiento de las sanciones occidentales contra el Kremlin. Sus palabras provocaron un verdadero éxtasis en el Gobierno de Kiev.
Sin embargo, Pedro Mouriño, presidente de la consultora de comunicación Mediasiete, opina que las autoridades ucranianas tienen pocos motivos para la alegría, pues el único interés que tiene Washington es que ese país juegue el papel de "tonto útil" y sea "una piedra en el zapato del Gobierno ruso".
Mouriño sostuvo que a EEUU no le importa el sufrimiento del pueblo ucraniano que "ha visto un retroceso notable en sus condiciones de vida" y que "las relaciones con su vecino ruso, que tendrían que ser estratégicas, están en un callejón sin salida".