Moscú y Teherán comparten su visión en la forma de gestionar la crisis siria. Ambas naciones respaldan una salida política mediante una transición con supervisión internacional, en la que se cuente con el mandatario Bashar Asad. No obstante, insisten en que antes hay que acabar con el Estado Islámico, algo que “será posible si todas las partes respaldan al Gobierno legítimo de Siria”, según Sabbah Zanganeh.
De acuerdo al analista argentino, Fernando Bazán, miembro del Centro de Estudios del Medio Oriente Contemporáneo, es “baja” la probabilidad de que “EEUU y sus aliados occidentales” apoyen esta visión en la reunión de Viena, puesto que se mantienen firmes en que el presidente sirio “deje el poder”.
El experto se mostró crítico con una eventual operación terrestre de Estados Unidos en Siria, e indicó que “la solución para el conflicto es política, no militar”. Agregó que Washington, a diferencia de Rusia, “no ha mostrado ningún tipo de interés respecto a una negociación luego de los bombardeos” y expresó sus dudas de que esta “gran diferencia” se supere en la reunión del viernes.