Compra de votos, rechazo al registro de candidatos opositores, y anulaciones infundadas de sufragios, son sólo algunas violaciones denunciadas durante la jornada para elegir a más de 10.000 asambleas legislativas, y a los alcaldes de 358 ciudades y pueblos.
Asimismo, en varias urbes del este de Ucrania no se abrieron los locales de votación, razón por la cual sus habitantes no pudieron ejercer su derecho a sufragar. Sin embargo, el mandatario Petró Poroshenko y el Departamento de Estado de Estados Unidos, aplaudieron el proceso electoral, al que tildaron de "democrático".
Por su parte, Pedro Mouriño dijo a radio Sputnik que las elecciones del 25 de ocubre fueron "un espectacular fracaso". No sólo debido a numerosos fraudes, sino también a la bajísima asistencia que ni siquiera alcanzó el 50%, lo que representa "una señal de alerta muy roja" para el Gobierno de Kiev.
El experto se mostró perplejo ante el hecho de que todavía no se hayan anunciado los resultados. Según Mouriño, es "totalmente inacpetable" que "un país que está a las puertas de la Unión Europea en pleno siglo XXI demore varios días para dar a conocer sus resultados oficiales", sobre todo considerando "la escasa participación por debajo del 50% del electorado".