La música ha llenado la existencia de Guillermo Roude desde siempre. Tanto, que en su niñez llegó a creer que todos los seres humanos eran músicos, porque él, desde muy pequeño hacía canciones. Así, se quedaba absorto cada vez que pasaba por lugares donde había guitarras en su Mar del Plata natal (la misma ciudad argentina que vio nacer al gran músico y compositor de tangos Astor Piazzolla).
Tras crecer, y el mismo día en que se graduó de arquitecto, le dijo a su padre que a partir de ese momento comenzaría a dedicarse a la música. No obstante, igualmente abrazó las dos profesiones, los artes, que describieron trayectorias paralelas durante su vida.
"De todas las profesiones no me imagino en ninguna otra no sea la arquitectura, y es curioso porque en muchos procesos de composición que uso para la música, lo hago también con la arquitectura".
Abría los ojos la década de 1990, cuando un Guillermo Roude, aún sin hijos, más que los discos que había grabado, decidió emprender su peregrinación hacia EEUU, donde aterrizó en la ciudad de Los Ángeles. Pero la dinámica de su arte en ese país, lo llevó a peregrinar dentro del mismo, hasta afincarse donde está ahora, Orlando, en el estado de Florida. Allí, donde tiene a su familia con sus dos hijos universitarios.
Guillermo Roude tiene grabados ocho discos hasta este momento, a los que califica como "autobiográficos", porque recorren las etapas de su vida. Unas etapas en las que los reconocimientos le llegaron en punto: finalista en el concurso OTI de la canción, y también en Viña del Mar.
Al echar la vista hacia atrás y mirar el trayecto de su vida, Guillermo se emociona: "Ha sido un lindo viaje, donde compartieron mi vida estas dos grandes pasiones (la música y la arquitectura), y realmente me siento muy contento de lo que hemos hecho en estos años".
"Festejar es la combinación de dos pasiones que yo tengo: la música de toda mi vida, y el fútbol. Ya hace años que he pensado en hacer esta canción, y ya estuve en dos Mundiales (de Fútbol) anteriores, y en el último ya había llegado a algo (una composición) que me gustaba mucho pero no se pudo concretar (que una canción de su autoría fuera el himno oficial del Mundial de Fútbol). Así que un año y medio o dos años antes (de Rusia 2018) estamos trabajando en esta canción que tiene la ambición de hacerse en más de 7 u 8 idiomas, y que fue un placer para mi venir a presentarla en Rusia".
Fue reconfortante el periplo que transitó el cantante por el país euroasiático, al cual promete volver.
"Me voy maravillado por muchas cosas, yo soy arquitecto, y después de una formación en este aspecto, andar por las calles de Moscú y ver los íconos, a manera en que se planificó, la manera en que cuidan el ambiente urbano, fue una maravilla. (…) En Moscú se vive la seguridad de estar sin miedo".
"Yo invito a todo el mundo a que vengan a Rusia, vengan a Moscú, va a ser una tremenda experiencia el Mundial de Fútbol aquí el año que viene", concluye el cantante, músico y compositor argentino, Guillermo Roude. Y Rusia lo recibirá a él, su sensibilidad, su música y su creatividad con los brazos abiertos. Sin dudas, y sin falta.
Lea más: Viaje al corazón de la Copa Mundial de la FIFA 2018: visita a la región del ámbar