"La casualidad quiso que hace 11 años, en 2006 me invitaron a un proyecto muy singular: era la renovación del sanatorio Rossíya en Sochi (en la costa del mar Negro), para hacer un cinco estrellas resort de lujo, de estilo europeo", cuenta nuestro interlocutor.
"Hoy día es el hotel más lujoso de Sochi y se puede decir que el único en toda Rusia", agrega.
La segunda misión de Fernando en Rusia se produjo al cabo de cuatro años de su regreso a Barcelona, cuando le propusieron encabezar las labores de modernización de un hotel de alta categoría, ya existente, ubicado en el prestigioso suburbio de Moscú, Barvija.
El tercer proyecto del hotelero español en Rusia es el hotel StandArt que Fernando hoy día administra como gerente general. "Es un sitio emblemático, ubicado en pleno centro de Moscú. Era un edificio de cinco plantas que antes fue la sede del semanario Novedades de Moscú", comenta.
El edificio fue derrumbado y en su lugar fue erigido uno nuevo.
"La obra estaba un poco parada, pero en 2013 me incorporo y la obra ya toma una marcha más dinámica y por fin en octubre de 2015 hacemos la primera apertura de una planta del hotel, unas 20 habitaciones", recuerda Fernando al matizar que decidieron hacer una "apertura por etapas", que duró un año y en el primer trimestre de 2016 "ya teníamos listas todas las 105 habitaciones en todas las plantas".
Fernando asegura estar contento con el trabajo que lleva a cabo en su hotel, el sitio predilecto para las estrellas de cine de talla mundial que, como en ocasiones anteriores, se han hospedado de nuevo en el StandArt durante el reciente Festival Internacional de Cine de Moscú que la capital rusa acogió en junio pasado.
Además, aquí en Rusia, Fernando encontró su dicha familiar: su esposa Katya, es una rusa, oriunda de la ciudad de Yekaterimburgo, en los Urales. En agosto sus hijos mellizos, un niño y una niña, cumplen dos años.
