"Hay tres grandes enfoques. El de los liberales que son enemigos del socialismo y del comunismo, que los denuestan. La segunda versión es, a mi juicio, la de los defensores acríticos de todo lo que provenía de la dirigencia de la Unión Soviética. Y la tercera posición, que es la que yo asumo, es la que defienden a la Revolución Rusa pero a la vez somos críticos de la experiencia", añadió.
"La ideología comunista se convirtió en conceptos estereotipados. Por eso el pueblo soviético tiende a ver al socialismo, sobre todo en los últimos años, como la invasión a Afganistán, la corrupción, como los aprovechadores, y eso es lo que explica que no enfrente a la restauración capitalista", dijo Louis.
"El hecho de que la Revolución de Octubre haya fracasado, como tantas cosas que fracasaron en la historia, no quiere decir que el fermento que ha dejado ha desaparecido. La razón de su aparición sigue existiendo que es la lucha contra el capitalismo y la explotación del hombre por el hombre", indicó por su parte Garabed Arakelián, vicepresidente de la Fundación Vivian Trías. "La presencia de la burocracia es el elemento letal. Porque la URSS cayó como las Torres Gemelas, por implosión, desde dentro. Todo eso que señalábamos de que la gente no salió a defender su sistema es la evidencia de eso. Hoy el tema es la burocracia y la tecnocracia, un mal que está latente y en todas partes del mundo acunado por el sistema capitalista y que se ha metido en los partidos denominados progresistas", agregó.
"Decía Vivian Trías en su libro "Uruguay y sus claves geopolíticas": la proyección de su lucha de clases no solo se expandirá por su ámbito interno, requiere inequívocamente una dimensión latinoamericana, la formulación de una estrategia propia pero que tenga muy en cuenta el contexto geopolítico que nos acucia desde nuestro entorno. Las masas organizadas y conscientes serán las protagonistas de ese nuevo tiempo", enfatizó Arakelián.
"A diferencia de principios del siglo XX, hoy el ser humano dispone de todas las condiciones intelectuales y científicas para construir una sociedad superior. La clave está en la cuestión moral y política del poder. Por tanto aunque parezca paradójico cuando se pretende dar por clausurado el socialismo como experiencia humana, la vida nos demuestra que todavía seguimos viviendo en esa frontera histórica de transformación del capitalismo que comienza a mostrar síntomas innegables de agotamiento como civilización humana porque compromete los factores de sobrevivencia sobre el planeta", señaló Conde.