Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, Turquía, Recep Tayyip Erdogan, e Irán, Hasán Rohaní, celebraron este 16 de septiembre en Ankara su quinta cumbre, en el formato de Astaná dedicada a la resolución de la situación en Siria.
Tras reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Putin ha destacado "el importante papel de liderazgo de Turquía" y de ese dirigente a la hora de acordar una lista de candidatos para el Comité Constitucional Sirio.
"A mi juicio, es un asunto de extrema importancia", dijo Putin al comentar su reunión con Erdogan.
Rohaní, por su parte, enfatizó que, a pesar de que "los problemas persisten", se han logrado "grandes victorias" en la resolución del conflicto en Siria, por lo que "el formato Rusia-Irán-Turquía juega un papel muy importante".
Al comienzo de la reunión a tres bandas en Ankara, los tres presidentes resumieron su visión de los temas a debatir a puerta cerrada en la quinta cumbre de Rusia, Turquía e Irán, como garantes del arreglo en Siria.
Los esfuerzos de Rusia, Turquía e Irán contribuyeron a estabilizar la situación en Siria y reducir la violencia, constató el presidente ruso, Vladímir Putin:
"El proceso de Astaná, cuyos garantes son Rusia, Turquía e Irán, es un mecanismo eficaz para promover la solución de la crisis siria (...) nuestros esfuerzos conjuntos ayudaron a estabilizar la situación en el territorio sirio y a reducir el nivel de violencia".
El líder ruso, al dirigirse a sus homólogos turco e iraní, expresó la confianza en que "nuestras negociaciones sean productivas y que los acuerdos alcanzados contribuyan a resolver finalmente la crisis en Siria, restaurar la paz y la seguridad en ese país y fortalecer su soberanía, unidad e integridad territorial".
En otro orden, los precios del petróleo se disparan en las bolsas de todo el mundo luego de que Arabia Saudí anunciase una pérdida en su producción de 5,7 millones de barriles diarios a causa de un ataque con drones contra su principal refinería.
Arabia Saudí se vio obligada a retener el 50% de su producción luego de que varios drones atacasen la instalación de procesamiento de crudo más grande del mundo en Abqaiq y el segundo campo petrolero más grande del reino en Khurais.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese las operaciones bélicas en Yemen.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, había culpado a Irán y aseveró que "estamos armados y listos" para responder cuando se tenga confirmación.
"De hecho, EEUU ya ha designado a los culpables pero, a raíz de ello, difícilmente pueda hacer algo", estima el director del Centro de Estudios político-economicos, Vasili Koltashov.
"El valor relativamente moderado del crudo favorece la estabilidad económica… Y esto es lo que Trump, a mi parecer, procura evitar", agregó.
Entre tanto, en un artículo publicado en el diario The Daily Telegraph, el primer ministro británico, Boris Johnson, escribió que próximamente Londres y Bruselas podrán acordar las condiciones de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
"Tengo previsto asistir a la cumbre clave con la UE el 17 de octubre y formalizar definitivamente el acuerdo que defenderá los intereses del empresariado y los ciudadanos a ambos lados de La Mancha y no a ambos lados de la frontera con Irlanda", manifestó el primer ministro británico.
Según la profesora de la Universidad de San Petersburgo, Natalia Yeriómina, el problema reside en que el 'establishment' político no tienen un guión preciso de desarrollo de los hechos.
"En el parlamento [británico] prevalece la opinión de que el acuerdo que proponen a Gran Bretaña es tan desventajoso que es peor aún que salir sin acuerdo. Da la impresión de que en Gran Bretaña se ha perdido el hábito de la interacción política. No hay compresión de que el Brexit no es un juego político, sino un trabajo muy serio, y de que Bruselas es un negociador muy obstinado", apuntó Natalia Yeriómina.
Estos y otros temas podrán escuchar con más detalle en la presente edición de El Punto.