No obstante, las negociaciones comerciales proseguirán y la delegación china visitará Washington el 9 y el 10 de mayo, aseguró el representante de Comercio estadounidense.
"A lo largo de la semana pasada hemos observado cierto incumplimiento de los compromisos por parte de China", dijo Lighthizer, al añadir que importantes cuestiones siguen sin resolver, incluyendo la relacionada con el mantenimiento o no de las tarifas.
Estados Unidos aumentará los aranceles a varias importaciones chinas del 10 al 25%, anunció anteriormente el presidente Donald Trump. China y EEUU introdujeron mutuamente en julio y septiembre de 2018 aranceles aduaneros elevados por un monto de muchos miles de millones de dólares anuales.
El presidente de EEUU se comprometió a no elevar a partir del 1 de enero del 10 al 25% los aranceles sobre los artículos importados de China por 200.000 millones de dólares al año, si las partes lograban solucionar determinados problemas en el transcurso de 90 días.
El experto del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos Mijaíl Beliáiev, dijo a Spútnik que las tentativas de EEUU de nivelar el desequilibrio comercial con China por medio de aumentos arancelarios están condenadas al fracaso.
"Para eliminar dicho desequilibrio comercial no hay que ocuparse de los aranceles, sino de la fabricación artículos competitivos. Si EEUU no fabrica actualmente artículos en áreas en que China le lleva la delantera, pues se hace difícil arreglar la situación aplicando aranceles".
Por eso los nuevos aranceles de EEUU no persiguen tanto el objetivo de nivelar el desequilibrio cuanto el afán de perjudicar a China y defender su propio mercado, prosiguiendo la guerra comercial, afirma el experto.
"Los norteamericanos empiezan a ceder en ámbitos en que siempre fueron fuertes: la producción industrial y las altas tecnologías. Los propios chinos no solo los están alcanzando en esas esferas, sino que en algunas de ellas ya los superan".
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El gigante asiático ya no es un país que va a la zaga, sino que en algunas áreas tiene sus propios diseños de muy alta calidad. Y en este espacio a EEUU le resulta muy difícil competir con China, destacó el especialista.
"¿De qué se trata la pulseada? Mientras las autoridades estadounidenses acusan a China de obligar a las empresa a transferir sus tecnologías, sobre todo a sectores que EEUU no consideran seguros. Las empresas de EEUU desean seguir cooperando con China y el crecimiento de sus inversiones lo comprueba".
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El viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, comunicó que la afluencia de capital en China procedente de EEUU, aumentó 65% en el primer trimestre de 2019.
"Las corporaciones extranjeras que se acercan a China, lo hacen seducidas por el intenso desarrrollo económico asiático. Pero EEUU sugiere que se trata de una táctica inducida por el propio gobierno chino".
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Gabriel Fernández destaca que vale la pena recordar que Pekín, denunció ayer la presencia de buques de guerra de EEUU cerca de las islas en disputa en el mar de China meridional.
China tiene a su disposición tiene un saldo comercial positivo capaz de compensar las consecuencias negativas de ese incremento, ya se verá que sucede a partir de ahora, concluyó el especialista.
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En Rovaniemi, Finlandia, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, al término de la 11 reunión ministerial del Consejo Ártico, confirmó que "Rusia está abierta a la más amplia cooperación en el Ártico, región donde no hay motivos para conflictos ni para intentos de recurrir a la fuerza militar para solucionar los problemas".
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