"Nuestra demanda tanto al Gobierno de Ecuador como a el del Reino Unido es la siguiente: ¡no extraditen a Assange a EEUU!", señala el texto de la petición publicado en la página web del movimiento.
Destaca que la información clasificada sobre las operaciones militares de Washington en Irak y Afganistán fue publicada por Assange en interés del público y que su arresto amenaza seriamente a la libertad de prensa en el mundo.
"La misma extradición de Julian Assange a EEUU significará también la muerte definitiva de la libertad de prensa en Occidente", subraya el texto.
Según el artículo, en EEUU Assange se enfrentará a la pena de muerte o al menos a la cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad.
La Comisión Europea no aclaró si el fundador de WikiLeaks corresponde a la definición de "informantes", cuya protección se debate en el marco de una nueva iniciativa legislativa europea.
Añadió que el arresto de Assange es "asunto de los organismos judiciales correspondientes, en particular, los jueces británicos".
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España, por su parte, cree en el triunfo de la justicia en el "caso Assange". El Gobierno de España, a través de su portavoz Isabel Celaá, manifestó su confianza en el sistema judicial del Reino Unido para gestionar con garantías el caso del fundador de Wikileaks.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó de contrario a la libertad de prensa el trato dispensado al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
"A nuestro modo de ver, no se corresponde en absoluto con los ideales de la libertad de prensa, ni con la intangibilidad de los medios. Voy a reafirmarlo: confiamos en que se respeten los derechos legítimos de Assange", dijo Peskov a los periodistas.
El representante del Kremlin atribuyó la persecución de Assange a la independencia del portal de filtraciones que había creado.
Sobre el papel que desempeñaron las autoridades de Ecuador en el arresto de Assange se expresó en términos muy duros el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa, quien acusó en declaraciones al canal RT a su sucesor, Lenín Moreno, de haber "vendido a EEUU" al fundador de Wikileaks, Julián Assange.
"Yo me muero de verguenza, abandonar a un ciudadano del mundo, a quien se le ha dado el asilo, es traicionar el fundamento mismo de la institución sagrada del asilo, que es impedir que vaya a manos de aquellos que lo requerían", dijo Correa.
Declaró que si se vuelve un invitado incómodo, como pretende presentarlo el actual gobierno de Ecuador, hay que darle el salvoconducto, las garantías para que pueda buscar otro lugar seguro. "Pero no caer en la canallada, en la traición de entregarlo a sus verdugos, como lo hizo Lenín Moreno", subrayó Correa.
"Escuche las declaraciones de Moreno y dan náuseas. Un mentiroso compulsivo, todo es mentira. ¿Dónde están las pruebas de que Assange robó documentos en la embajada ecuatoriana? Ni que estuviera loco", añadió.
Lenín Moreno en Ecuador también dice cualquier tontería, tiene 12% de credibilidad. Dicen que Asssange incumplió los reglamentos y, por eso ¿se entrega a los verdugos? Ya basta Ecuador tenía la responsabilidad de garantizar el asilo a Assange, afirma Correa.
Y más aún, tras que desde el año pasado Assange obtuvo legalmente la ciudadanía ecuatoriana y según nuestra Constitución, no se puede extraditar a un ciudadano ecuatoriano. No le crean nada a Lenín Moreno, es un mentiroso compulsivo, aseveró.
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Rafael Correa considera que detrás de la entrega de Julian Assange "a sus verdugos" podría estar el deseo de Lenín Moreno de vengarse por una filtración difundida por Wikileaks que comprobaba su involucración en la corrupción.
El australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, fue despojado el 11 de abril del asilo que le proporcionaba la embajada de Ecuador en el Reino Unido, detenido por la policía británica y condenado por incumplir una orden de arresto de 2012.
La detención de Assange se hizo también "en el nombre de las autoridades de Estados Unidos" que presentaron el 11 de abril una solicitud de extradición para juzgar al ciberactivista australiano por la presunta comisión de delitos de intrusión informática.
El Departamento de Justicia de EEUU sostuvo en su imputación que los cargos que deberá enfrentar Assange conllevan una pena máxima de cinco años de prisión.
El ciberactivista rechazaba su extradición alegando que Suecia lo entregaría a EEUU, donde podía enfrentar la pena capital por haber publicado miles de documentos filtrados que eran secreto de Estado.
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Los cargos contra Assange en Suecia prescribieron en 2017, pero el Reino Unido se negó a levantarle la orden de arresto, que la policía británica hizo efectiva en la embajada ecuatoriana en Londres, el jueves, 11 de abril, tras recibir el visto bueno del presidente del Ecuador, Lenín Moreno.
En tanto, en Sudán, el jefe del comité político del Consejo militar sudanés, Omar Zein Abideen, que tomó el poder tras el derrocamiento del presidente Omar Bashir, reveló que en el país no se consumió un "golpe militar" y aseguró que el derrocado líder no será entregado a otros países, sino que será juzgado en Sudán.
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Mientras, la UE instó a sus socios internacionales a influir en los bandos del conflicto en Libia y dejarles en claro que la crisis no tiene una solución militar ya que esta pone en peligro la vida de civiles, migrantes y refugiados, según una declaración de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
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