Pero la cima de la celebración, como siempre, estuvo en la Plaza Roja de Moscú, escenario de un impresionante desfile militar con la participación de más de diez mil efectivos, 206 unidades de material bélico, incluidos 71 aviones y helicópteros, simbolizando el 71º aniversario de la Victoria.
Entre los huéspedes de honor estuvo en la Plaza Roja un grupo de veteranos de la Gran Guerra Patria, el menor de los cuales tiene 94 de edad, y el mayor, 106.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, destacó en su discurso pronunciado en la Plaza Roja que 'el Día de la Victoria es el triunfo que aglutina la alegría, la memoria y el dolor, el 9 de mayo es una fiesta nacional a la vez que muy personal y familiar que se ha convertido en el símbolo de la sagrada unión de Rusia y sus pueblos'.
Al expresar su profundo y sincero agradecimiento a todos quienes consiguieron la victoria en esa horrible contienda con el ejército de la Alemania nazi, el presidente Putin, en conmemoración de aquellos que 'ya no están con nosotros', anunció un Minuto de Silencio.
El mandatario ruso recordó una vez más que los pueblos de la URSS pagaron el precio más caro, tanto en los campos de batalla como en la retaguardia, para conseguir la victoria sobre la Alemania nazi.
Y al referirse a la actualidad, el presidente Putin aseguró desde la Plaza Roja que Rusia está dispuesta a trabajar en la creación de un sistema de seguridad internacional al margen de alianzas: 'Las lecciones de la historia muestran que la paz no se establece por si sola en el planeta, que hay que estar alerta, que son inadmisibles los dobles raseros y una miope condescendencia con los que están tramando nuevos crímenes', insistió Vladímir Putin.
